La industria alimenticia de Brasil se opone a la importación de trigo transgénico argentino. Asociaciones y entidades se manifestaron en contra de la inminente liberación de las importaciones de harina de trigo HB4 tolerante a la sequía.
La seguridad alimentaria de Brasil se puso en el centro de la escena. Mientras aguardan por el dictamen técnico de la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio), Abitrigo (Asociación Brasileña de las Industrias de Galletas, Pastas y Pan y Pasteles Industrializados) y la Asociación Brasileña de la Industria de Panadería y Confitería alzaron la voz en representación de sectores empresariales, la sociedad civil y los consumidores brasileños. El principal argumento radica en los posibles impactos negativos del producto en la salud humana, los animales y la biodiversidad, además de consecuencias socioeconómicas.
El trigo transgénico que genera polémica fue desarrollado por la firma Bioceres. Vale mencionar que, hasta le momento, en Argentina el cereal cuenta con una aprobación de carácter condicional.
En el comunicado dado a conocer en el día de ayer, las entidades destacaron una serie de desarrollos privados que permitieron obtener mayor productividad sin necesidad de utilizar tecnología de modificación genética.
En caso de aprobarse, la industria brasileña no podrá exportar su producción a otros mercados dado que sólo Argentina y Brasil contarían con este permiso. Por lo pronto, habrá que esperar hasta octubre cuando el gobierno del país vecino de a conocer su decisión.