a preocupación invade a aquellos productores sojeros que no cubrieron su producción a tiempo y ahora deben salir a comercializar la oleaginosa en un mercado golpeado por la suba de los derechos de exportación.
A fines de enero, el poroto de soja con entrega en mayo se podía comercializar a US$237 por tonelada, mientras que a fines de febrero se vendía a US$229. Ahora, las cotizaciones cayeron a US$219. Al comparar estos valores con los de años anteriores, se observa con claridad la dimensión de la caída: a principios de marzo del año pasado se podía vender a US$234 la tonelada para los contratos de mayo; en el mismo período de 2018, a US$311; y en 2017, a US$256 por tonelada.
Con los US$229 por tonelada que se podían percibir a principios de febrero para la posición mayo, en un campo alquilado de la zona núcleo, el margen neto de la soja temprana era de US$58; con US$219 por tonelada, la renta se desploma a valores negativos.