La rusticidad es la virtud más mencionada al hablar de la cría de búfalos en Misiones. Y, ante una marcada y extendida sequía, criadores de los animales coinciden en destacar las ventajas del animal para zonas poco aprovechadas. Apuntan a que requiere pasturas de menor calidad, es muy resistente a parásitos y se deja manejar con mucha docilidad.
En la provincia hay criadores en varios municipios y contaron que los animales tienen pocas exigencias en comparación con el ganado vacuno. También apuntan a que todavía hay muy poco conocimiento de sus virtudes tanto en carne como en leche. Pese a ello, hoy se venden animales y se los destina casi en su totalidad para la obtención de carne para la industria frigorífica.
Sobre la cría de búfalos en Misiones, Sebastián Rodríguez, subsecretario de Producción Animal del Ministerio del Agro y la Producción, comentó que su introducción a las chacras misioneras tiene mucho potencial.
“En Corrientes y en Misiones se da muy bien la cría de búfalos y la ventaja que tienen es su gran adaptación a nuestro ambiente. También tienen una marcada resistencia a ectoparásitos y se ve en las explotaciones que hay en la provincia un muy buen desarrollo”.
Agregó además que “los animales tienen una buena ganancia diaria de peso y la capacidad de utilizar y aprovechar pasturas de baja calidad, eso también es muy bueno por ahí marca una diferencia con el bovino con esa mayor rusticidad”.
El también médico veterinario agregó que vienen realizando ensayos con un productor bubalino en la provincia para la implementación de algunas tecnologías reproductivas. “Estamos haciendo inseminación artificial a tiempo fijo y se están viendo buenos resultados en tiempos de preñez. Consideramos que la cría de búfalos es una buena alternativa para la provincia y creemos que va a tener un marcado desarrollo en el corto y mediano plazo”, proyectó.
Uno de los criadores de búfalos en Misiones y difusor de sus virtudes, el ingeniero Fernando Tejedor, reiteró que la actividad es interesante para Misiones.
“En mi chacra en Florentino Ameghino (entre San Javier y Panambí) tengo un arroyo que se ha secado en partes, pero han quedado pozos de agua profundos donde los animales se pueden meter y tomar agua. Al quedar cerca de un arroyo se ha mantenido mejor el pasto verde a pesar de la sequía. Ahora mis animales están gordos”, comentó.
Apuntó que a pesar del buen pasar, decidió darles suplementación para cuidar su ganancia de peso. “Les estoy dando algunas reservas de caña de azúcar y maíz, que generalmente se guardan para invierno. Ocurre que esta sequía nos cambió las proyecciones y les estoy dando las raciones ahora para que coman eso y permitan que el pasto que hay en la chacra se pueda recuperar y ganar más volumen”, explicó.
Recordó que en su caso particular tuvo suerte: “En la zona donde estoy, la semana pasada en tres días me llovió casi 100 milímetros. Eso va a promover que el pasto empiece a crecer, pero hay que darle tiempo para que gane volumen, cuidando eso prefiero darle una suplementación ahora a los animales”.
Tejedor detalló que hoy tiene unos 120 búfalos, aunque aclara que está entrando la época de pariciones y ahí verá cómo queda su plantel. “En general el animal tiene una mayor rusticidad frente al ganado vacuno. Está creciendo en zonas de Corrientes, por ejemplo, que tiene campos con esteros donde el ganado normal no se puede criar”.
Recordó, por otro lado, que “en Argentina se cría todavía muy poco. Es un crecimiento muy lento, en general el principal aprovechamiento es para la carne. Pero igualmente calculo que un tiempo más será una actividad interesante”.
Ricardo Trump es un productor que también tiene búfalos en Montecarlo. Explicó que su manejo requiere muy pocos requisitos.
“Hasta el momento estoy haciendo recría de animales. El búfalo es sumamente adaptable para cualquier tipo de suelo y aguanta mejor la sequía que una vaca. Solamente necesita algunos espacios con agua para tirarse adentro (a refrescarse). En cuanto a pastos, no necesita que sean de mucha calidad”, comentó en diálogo con El Territorio.
Observó que lamentablemente no hay en el país ni en la provincia un mercado específico para su carne. “Acá en la provincia comen el búfalo como novillo. Siempre hay interesados en comprar los animales, no hay problemas con su comercialización, pero es una pena que no se venda después como carne de búfalo”.
En cuanto a su domesticación en la tierra roja, el productor resaltó: “Anda muy bien, es como un tractor viejo. El animal procesa mejor la celulosa y cuando hay sequía, se arregla con el pasto que encuentra”.
Trump recordó que en Brasil hay una mayor oferta de carne y lácteos de búfalos. Y allí se valora su diferenciación nutricional. “En Brasil los lácteos (de búfala) son muy preciados”, recordó.
Jorge Aguilar Pozzer, productor bubalino en 9 de Julio, también destacó la rusticidad de los animales y la ventaja en dar kilos más rápido que con el ganado bovino.
“Tengo unos 150 animales y en lo que respecta a la cría me va muy bien. Los animales son más rústicos, no necesitan tanta atención como los bovinos. También ganan kilos mucho más rápido. Después alguna contra que tienen es que cuesta un poco más conseguir gente para su manejo, porque son todavía animales no muy conocidos”, comentó.
Sobre su cría en la actual sequía, el productor observó: “En particular no me afectó mucho la escasez de agua porque tengo un arroyo con pozos, pero sí nos quedamos con muy poco pasto. Por ahora los animales se rebuscan y comen lo verde que encuentran. El problema va a ser en el invierno, ahí seguramente tendré que darles una suplementación extra”.
Recordó que este año “no pudimos hacer las reservas con la pastura natural para usar en invierno. Con lo que se guardaba nos alcanzaba para pasar los tres o cuatro meses de bajas temperaturas cuándo casi no crecen las plantas”.
Pozzer apuntó que cría sus búfalos con la finalidad de venderlos para carne. “Yo le apunté sólo a carne, todavía no los comencé a comercializar. Por lo menos espero que se los valore igual que a la carne bovina. Al ser igual, ya como productor salís ganando porque se tiene un menor costo de producción, porque es más sencillo el manejo y repercute en los costos. Después, al ser una carne sin grasa intramuscular, es más pesada, rinde más kilos. Pero todavía es una mercadería desconocida”, analizó.
Sobre el consumo de la carne de búfalo aclaró “No se habla mucho, pero en realidad hace tiempo se consume, porque se engorda y la comercializan como si fuera ganado bovino. No tiene diferencia de sabor o terneza, al contrario es una carne muy vistosa, la grasa siempre queda blanca como si fuera ternera. Al contrario del bovino, ya que según la edad, la grasa tiende a ser amarillenta”, diferenció. Agregó también que “se habla de que la carne de búfalo es la carne del futuro. Es porque es una carne con 50% menos de colesterol, ya que tiene muy poca grasa intramuscular”.
Pozzer recordó que inició su actividad en 2017 con 10 o 12 búfalos. “Con eso fui aprendiendo su comportamiento y una vez que vi los beneficios, fui incorporando madres y me nutrí mucho de la zona de Andresito, donde hay varios criadores. Ahora tengo mi propia producción de hembras”, contó.