Durante el año pasado, el consumo per cápita en Uruguay de la carne de asado fue de 46,6 kilos, algo superior al consumo argentino. A fines de marzo, el presidente Luis Lacalle Pou decidió bajar el IVA al asado por un periodo de 30 días, debido al alza de los precios internacionales y su posible traslado al mercado local. La medida se prorrogó hasta el 23 de mayo.
Como consecuencia, según señaló el Instituto Nacional de Carnes (INAC) del vecino país, hubo un fuerte aumento en las ventas al exterior.
Según señaló el economista del IERAL Juan Manuel Garzón, la medida tuvo éxito: el precio del kilo de asado pasó de 8,4 dólares en marzo a 7,6 dólares en abril.
En Argentina, mientras tanto -con precios cuidados y prohibición de exportaciones mediante- el kilo de asado está en 9,3 dólares por kilo.