La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (más conocida como la FAO por sus siglas en inglés) realizó un estudio en donde dio cuenta de cómo están distribuidos mundialmente los suelos negros, es decir, aquellos territorios que concentran mayores niveles de materia orgánica.
Este mapa mundial se presentó durante la 10º Asamblea Plenaria de la Alianza mundial sobre los suelos. En esta oportunidad se destacó la importancia de estos terrenos para contribuir a la seguridad alimentaria y a la acción climática, por su potencial de secuestro de carbono.
En el mundo hay casi 725 millones de hectáreas de suelos negros; casi la mitad se encuentran en Rusia y representan casi el 19% de la superficie de este país. Argentina, en tanto, posee 39,7 millones de hectáreas de suelos negros (un 14% del territorio nacional), lo que la convierte en el cuarto país con mayor nivel orgánico en sus tierras.
Por otro lado, se destacó que unas 223 millones de personas viven en suelos negros, lo que representa menos del 3% de la población mundial. Sin embargo, se advierte que estas tierras concentran a gran parte de la población: en Argentina más de la mitad de la ciudadanía vive sobre suelos con altos niveles orgánicos.
Tras asegurar que “una tercera parte de los suelos del mundo se encuentran hoy en malas o muy malas condiciones y sufren procesos de degradación causados por prácticas de gestión no sostenibles”, desde la FAO concluyeron que su objetivo es “mejorar y mantener la salud de al menos el 50% de los suelos del mundo para 2030”.