Hoy es una realidad que cambia de manera considerable la calidad del agua y de la vida de todos los habitantes de Buena Esperanza. Además se pusieron en valor las instalaciones existentes. El Gobierno realizó una inversión de $7.022.907,12.
La tecnología ósmosis inversa es un tipo de tratamiento físico-químico que copia a la naturaleza para eliminar impurezas del agua, haciéndola pasar a través de unas membranas semipermeables. Es un proceso mediante el cual se purifica el agua eliminando las partículas en suspensión.
La obra ejecutada, consistió en la provisión de una nueva planta con tratamiento de ósmosis inversa con la finalidad de retirar arsénico, flúor y otros agentes que presenta el agua extraída de perforación e inyectarla a cuatro nuevos puntos de hidratación construidos en frente de la planta, para que los vecinos concurran hasta los mismos y puedan recargar sus envases con agua de calidad comprobada. Además, se intervinieron las estructuras edilicias, la cisterna actual y el predio de la planta.