El ingeniero agrónomo Facundo Ferraguti es investigador del INTA Oliveros y coordinador de la Red Nacional de Maíz. Entre la gran cantidad de ensayos que encabeza, hay uno en particular, ubicado en el centro sur santafesino, donde se observa a las claras la grave situación de algunos híbridos.
Particularmente, el especialista publicó en su cuenta de twiter un testigo, donde se observa al cultivo de maíz en una situación límite. “En estos años con déficit hídrico y frecuentes golpes de calor, se acortan los entrenudos, aumentan la asíncronía VT/R1 y dan alta frecuencia de individuos sin espigas”, comenta.
En diálogo con El ABC Rural, dijo que ese ensayo forma parte de la Red Nacional de Maíz, dentro de la Estación Experimental Agropecuaria Oliveros de INTA. “En Oliveros, dentro de la experimental y en campos de productores, evaluamos cerca de 50 híbridos de maíz. En muchos de estos materiales se observa el problema causado por la sequía, situación que compartimos con otras redes de ensayo de diferentes zonas”, destacó.
Consultado sobre esto, el especialista no introdujo a todas las zonas maiceras dentro de la misma bolsa. Según Ferraguti, la provincia de Entre Ríos y zonas agrícolas de La Pampa están en mejores circunstancias que el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires respecto al maíz.
“En general, la zona núcleo maicera, mayoría de Córdoba, Santa Fe y provincia de Buenos Aires, atraviesan una difícil situación. Estamos muy preocupados por ello, debido a que los cultivos implantados en septiembre ya comienzan a picarse porque no hay expectativa de cosecha”, lamentó.
En ese sentido, dijo que en Oliveros el cultivo todavía se esfuerza por producir. “No da el brazo a torcer, sin embargo las pérdidas de rendimiento que tendrá serán muy altas”, diagnosticó.
Si bien las lluvias de fin de año posibilitaron que la siembra de los maíces de diciembre se largue en gran parte del territorio, nadie está convencido en afirmar que la campaña tardía será buena.
“Hay lotes que iban a destinarse a maíz tardío, pero la falta de lluvias para sembrar, hizo que las intensiones de siembra pase a soja o a otra alternativa. Eso dependerá del herbicida que venían aplicando en el lote y las expectativas comerciales del productor”, continuó.
El profesional de INTA Oliveros avisó que las condiciones predispuestas en materia climática, hace que algunos materiales evaluados por la Red parezcan agave, una especie que crece en zonas áridas y posee hojas erectas que reducen la transpiración y que, por el síntoma de la sequía, algunos maíces copian su forma.
La sequía y su impacto en el cultivo de maíz es el resultado de plantas más pequeñas y sin potencial de rinde.
“Si bien los maíces evaluados muestran un panorama critico para todos, hay materiales que lograron resistir más los efectos de la sequía que otros, y difieren en sincronización de floración y cantidad de individuos que podrían llegar a dar algo de rinde”, sostiene Ferraguti.
En los ensayos, los diferentes materiales de la Red están implantados con la misma fecha de siembra, misma fertilización e igual densidad y ambiente. “Aún así, son diferentes en comportamiento y establecimiento de granos”, dijo el entrevistado y agregó:”Algunos híbridos van a generar algo de granos, otros ni siquiera florecieron”.
El ABC Rural