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Quienes prefieran la construcción de viviendas en seco dispondrán de un nuevo material que podría emplearse a futuro. Se trata de los paneles que se realizarán utilizando el rastrojo de trigo, que comenzarán a fabricarse en el Parque Industrial de la ciudad bonaerense de Tandil.
Mediante una inversión de 10 millones de dólares y un proyecto conjunto entre la empresa biotecnológica Bioceres, la Cooperativa Falucho, la empresa australiana Ortech y el municipio de Tandil. De acuerdo a lo anunciado recientemente, los paneles se producirán en un establecimiento ubicado en el Parque Industrial de esa ciudad bonaerense, estimándose que podría entrar en funciones desde fines de 2023, aunque todo podría quedar para 2024.
La Cooperativa Falucho será el principal canal de construcción, y el municipio de Tandil fue clave en la realización de este proyecto al facilitar el acceso a 3 hectáreas en el predio industrial de la ciudad, generando la red de empresarios locales que se suman al proyecto con servicios e inversión.
Calculan que se fabricarán 750.000 metros cuadrados de paneles a base de rastrojo de trigo al año, y que la apuesta generará empleo directo e indirecto para más de 130 personas, que formarán parte de una de las industrias del futuro: la construcción verde.
Será para la primera planta de la Argentina en utilizar rastrojo de trigo para la fabricación de los paneles de construcción de viviendas, permitiendo reducir 21.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.
Los paneles tienen 5 centímetros de espesor, 1,2 metros de ancho y hasta 3 metros de altura. La construcción en seco ganó terreno en nuestro país entre quienes disponen del lote o para ampliar sobre una vivienda ya existente.
Mucha gente prefiere este sistema por su limpieza y los plazos de obras que son menores a los de la construcción tradicional.
Los paneles a base de rastrojo de trigo representan una oportunidad en el desarrollo de la construcción verde en el país, ya que solo consumen el 12% de la energía que se utiliza en la fabricación de otros materiales convencionales.
Consiste en una tecnología desarrollada por la empresa Ortech Industries, que es común su utilización en viviendas que se edifican en Australia.
En cuanto a los beneficios de apostar por este sistema edilicio, es que los paneles proponen una performance importante en aislamiento térmico y acústico, son resistentes al fuego, seguridad en construcción y durabilidad.
Habrá distintos tipos, y permitirán edificar una vivienda como también podrán emplearse en techos, paredes o cielorrasos y reemplazar otro tipo de materiales. No necesitarán el revestimiento de placas interiores, por su diseño, ofrecen terminaciones incluidas.
Otros beneficios de los paneles son la baja energía utilizada en producción, ya que tanto la materia prima como el proceso de producción requieren de un 88% menos de energía utilizada que en la producción de paneles de yeso.
Por otro lado, son materiales completamente reciclables y de fácil disposición final (abono al suelo). Fabricados a partir de biomasa de trigo que fijó CO2 a través de fotosíntesis.
En cada metro cuadrado de panel de trigo se secuestran 8 kg de CO2, mientras que en los paneles de yeso se emiten 20 kg de CO2 por m2 y es de origen no renovable. Además, los paneles no contienen productos químicos agregados.
El rastrojo para la construcción de los paneles para viviendas tiene que reunir características muy específicas. El proceso implica la cosecha, enfardado, traslado a la planta, y su trasformación en placas de 5 centímetros de espesor, 1,20 metros de ancho y 3 metros de largo, con tecnología de extrusión.
Ese rastrojo tiene que ser lo más puro posible, no tiene que contener restos de malezas, debe estar seco para evitar que se pudra, tiene que cosecharse en un breve período después de la cosecha del grano, y así tenerlo disponible durante el transcurso de todo el año para fabricar los paneles.
ABC Rural
