Lo que sigue puede leerse como el camino de crecimiento de una compañía pyme que busca ganarle terreno a los grandes de la industria de las telecomunicaciones en Argentina, pero también en la región.
La llegada de la empresa Alvis a la localidad de Ramos Otero, partido de Balcarce, en 2008, fue la aparición de una imagen “colorida” a la luz del paso del tiempo: vecinos a caballo y con un teléfono de cable enrulado sobre el lomo del animal.
Pero la escena planteaba un conflicto real de los habitantes del pueblo, que hasta ese entonces no gozaban de los beneficios de la comunicación móvil.
¿Por qué no contaban con el servicio de las grandes compañías que operan en el mercado? Desde Alvis sostienen que las mismas tienen la obligación de abastecer a las ciudades y caminos, pero que la situación supone cierta liviandad a la hora de brindar servicio a los pueblos rurales, muchas veces alejados de algún camino principal.
Fue así que a partir de ese logro en la comunicación telefónica observaron una oportunidad, la de brindarle a los poblados del campo el servicio de internet móvil gracias a la estructura tecnológica que montaron allí.
Así fueron creciendo en territorio. De Ramos Otero sumaron también grandes ciudades como Miramar, Venado Tuerto o Chacabuco, con la premisa de garantizarle a los productores la conectividad tanto en el ámbito urbano como en el medio del campo, y con el mismo teléfono.
El establecimiento llamado con ese nombre de la compañía COSUFI S.A ubicado en Diego de Alvear, provincia de Santa Fe, es el caso testigo por el cual hoy, 15 años después de aquel hito en Ramos Otero, Alvis salió a mostrarse ante los medios.
Infocampo participó de una rueda de prensa en la cual el CEO de la compañía, Marcelo Dumanjó, explicó las razones que los llevaron a salir a comunicarse ante potenciales clientes.
“Gracias a la confianza de COSUFI podemos afirmar que el futuro de la conectividad agroindustrial llegó a la Argentina con la primera red 4G LTE privada. Estamos seguros que la misma contribuirá a un aumento de productividad que demostrará que esta inversión se repaga en un año con creces”, planteó el empresario.
Los avances tecnológicos y productivos van de la mano con la conectividad no solo para los teléfonos celulares, sino para todo el plantel de maquinarias de la compañía, lo cual permite una captación en tiempo real de los datos productivos que, ahora, pueden captarse, analizar y proceder en base a eso.
No solo es para equipos de maquinaria agrícola, sino también para equipos IoT como estaciones meteorológicas, freatímetros, pluviómetros, sensores de humedad en suelo, caravanas para el ganado, etc.
Incluso pueden hacer uso aquellos contratistas que se acercan a la propiedad a ofrecer sus servicios.
COSUFI pasó a implementar la tecnología a partir del 14 de julio, cuando firmó un convenio con Alvis. “Un solo cliente o un grupo que se unen permiten el despliegue de una red de conectividad privada 4G LTE para tener conexión en todo el territorio”, indicaron.
Según estimaron, el valor de la colocación de una antena ronda los u$s 80.000, que es la parte más costosa de la inversión. A eso hay que sumarle otros u$s 20.000 de los equipos de telecomunicación.
“Trabajamos con una frecuencia de 450 megahertz. Y logramos cubrir áreas de 200.000 hectáreas, de 30 kilómetros a la redonda con internet de primera calidad”, afirmó Dumanjó.
Bajo este modelo de servicio “llave en mano” que ofrecen por 5 años, desde la empresa buscan poder extender sus antenas, propagando el alcance y sumando nuevos consumidores, los cuales pueden compatibilizar a las tradicionales compañías de comunicación telefónica con el servicio de Alvis.
“Con este servicio, Diego de Alvear triplicó su conectividad”, cerró Dumanjó.
InfoCampo