¿Y si podemos hacer eso de forma bidireccional? Qué tal si después de comer y preparar alimentos, podemos devolver algo a la tierra en forma biodegradable para el siguiente cultivo. En esto consisten los recipientes compostables. Hoy hablamos de ello.
El plástico, a nivel funcional es un material fabuloso. La invención de la polimerización de diversos derivados del petróleo ha llevado a la industria del plástico a cotas inimaginables desde que el primer teléfono de Baquelita vio la luz.
La baquelita se considera que fue el primer polímero plástico creado por el ser humano.
Antes del plástico sólo teníamos papel, madera, metal y cristal para almacenar cosas, incluidos los alimentos. Algunos de estos elementos no son inertes (madera o papel) y otros como el metal pueden reaccionar con los ácidos de los alimentos. El vidrio es lo que mejor ha perdurado como envase ya que su reciclabilidad es del 100% y es totalmente inerte con el alimento que lo contiene. Las pegas son que pesa mucho y deja pasar la luz. La radiación solar estropea alimentos también.
-Es un material barato (por ahora)
-Su capacidad de formado por inyección en caliente, soplado, extrusión… permite crear envases de formas inimaginables. Esta características ha ayudado mucho a diferenciar productos en el mundo de la publicidad y la mercadotecnia.
-Es opaco, lo que permite una protección frente a la luz muy buena.
-Es ligero, abaratando mucho los costes de transporte.
-En el éxito de la industria alimentaria, el plástico ha supuesto un elemento de salubridad y conservación del alimento sin igual. Ve a un supermercado y borra de tu vista todo alimento que no contenga plástico en alguno de sus embalajes. Te quedas con un 10% de lo que se ofrece y hasta igual nos pasamos.
Pues en sí no tiene nada o casi nada malo para la salud (obviando problemas como el Bisfenol A o crisis similares). El problema deriva de el abuso de su utilización, la mala gestión que hacemos de los recursos y la nefasta gestión de reciclado de este tipo de materiales.
Si todo se hiciese como debería, el reciclado sería mucho mayor, y no tendríamos tantos problemas de contaminación por plásticos por todo rincón del planeta.
Si no podemos prescindir de estos envases, tendremos que inventarnos algo para sustituirlos. Imagina que todo esto se pudiese compostar.
Si se están encontrando microplásticos en el metabolismo de peces que luego nos comemos, es porque hemos dejado que los plásticos lleguen al mar, se deshagan allí por acción del agua, las bacterias, la radiación solar y formen parte de las cadenas tróficas. Y eso es única y exclusivamente problema nuestro.
No llegan para salvarnos la vida pero al menos sí para paliar el efecto contaminante de un mal uso y reciclado del plástico convencional. De un tiempo a esta parte, los servicios de entrega a domicilio se han disparado. No solo de comercio online, sino de comida a domicilio con la irrupción de los «riders».
Esta moda, genera una cantidad ingente de envases y recipientes que en su mayoría son de plástico. ¿Lo podemos paliar con envases y recipientes compostables? Algo se puede hacer.
En estos puedes meter hasta una sopa caliente sin que se deshaga. ¿Cómo es posible? La estructura que le da cuerpo al envase es de celulosa muy prensada.
Para evitar que el papel se empape tiene un recubrimiento de ¿plástico?. No exactamente. No es estrictamente plástico pero sí es un polímero del ácido láctico (ácido poliláctico). PLA por sus siglas en inglés. Consiste en una polimerización hecha a base de almidón de maíz, totalmente biodegradable.
¿Son realmente compostables o hay trampa?
No, no hay trampa. No todos los envases hechos con féculas, almidones etc. son compostables porque algunos contienen plástico pero los que están hechos de PLA o CPLA (ácido poliláctico cristalizado) o de caña de azúcar cumplen con la certificación biodegradable 100%.
Si quieres cerciorarte de que un envase sea 100% biodegradable debe tener la certificación EN13432.
Para ello, en Europa se ha establecido la certificación EN13432. Todo envase o recipiente que lleve esta certificación se considera 100% biodegradable, ergo también compostable. También hay envases que no cumplen esta certificación y sí son compostables. Es simplemente una forma de estar seguros.
Ve haciéndote a la idea de poder echar envases a tu pila de compost, aunque desde un punto de vista conceptual y visual nos pueda parecer raro. A mí, sinceramente me supone una disonancia cognitiva bastante fuerte pero no hay más que creer en la ciencia para quedar convencido.
Si la gestión de recursos y el reciclado no han surtido el efecto que deberían a la hora de hacer un uso racional de los plásticos, consigamos de alguna manera paliar sus efectos nocivos, sustituyéndolos por este tipo de envases compostables.
Los materiales más comunes que verás en este tipo de envases son:
Envases hechos a base de caña de azúcar
Recipientes hechos a base de almidón de máiz o PLA
Elaborado con CPLA. Es como los anteriores pero con un proceso de endurecimiento (son algo más resistentes).
Elaborado con RCPLA (el anterior pero reciclado)
Seguro que hay más. ¿Conoces alguno?
Agromática