Las exportaciones de trigo y cebada podrían generar alrededor de U$S 3.600 millones en la campaña 2023/24, lo que implica un 70% más de divisas que el año pasado, marcando el primer mojón del camino de recuperación del agro argentino y también un respiro para la crítica situación de la economía argentina.
Estos datos forman parte de un estudio elaborado por RIA Consultores, una firma encabezada por el analista y ex subsecretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño.
En el caso del trigo, la consultora recuerda que las estimaciones privadas hablan de una cosecha que rondaría entre 14,3 y 16,2 millones de toneladas, pero subraya que es probable que esté en torno a entre 15,5 y 16 millones de toneladas, debido a las últimas lluvias que mejoraron la situación de los cultivos.
Así, si se suman las dos millones de toneladas que quedaron sin exportar de la campaña 2022/23, y se descuentan 7,5 millones para el consumo interno, el saldo exportable se ubicaría en torno a 10 millones de toneladas.
“Al valor del precio FOB oficial vigente de US$304 por tonelada, este volumen exportable representa US$ 3.040 millones“, calcula Preciado Patiño.
De todos modos, en el cálculo también se debe incluir que, de la campaña 2022/23, quedaron sin utilizar Declaraciones Juradas de Venta al Exterior por casi seis millones de toneladas, sobre las cuales la exportación pagó los derechos de exportación (12%), por lo que hay que restar U$S 300 millones, lo que significa que el monto final que ingresaría por el trigo se ubica en US$ 2.700 millones”.
En tanto, el segundo cultivo más importante en la Argentina para la campaña de fina tiene una producción estimada que está en el orden de las 5 millones de toneladas, unas 700 mil más que en la campaña anterior, según los relevamientos privados.
“En función de la matriz de consumo, este volumen permitiría exportar 2,4 millones de toneladas de cebada forrajera y 1,2 millones de cervecera, que a los valores FOB oficiales vigentes de 235 y 300 US$/t respectivamente, sumaría unos US$ 924 millones de dólares”, explica Preciado Patiño.
Por eso, en total, la campaña fina podría generar unos US$ 3.600 millones para la Argentina.
“De esta manera comenzaría a dejarse atrás la dolorosa sequía 2022/23 que recortó en un tercio la producción granaria argentina y comenzaría a normalizarse el flujo de divisas por las exportaciones agrícolas”, expresa el estudio.
Además en materia de flujo del ingreso de esas divisas, dependerá esencialmente de las condiciones del mercado internacional, del perfil de los países compradores y de la condiciones de estabilización macroeconómica internas que permitan el flujo de los negocios.
“En la campaña comercial 2022/23, de acuerdo a las estadísticas del INDEC, la exportación de trigo acumulaba US$ 989 millones al mes de septiembre, mientras que la suma de la cebada cervecera y forrajera aportaba otros US$ 972 millones”, estima el documento.
“Dado que los meses de octubre y noviembre son los de menor actividad exportadora para estos granos, se estima que la campaña finalizará con exportaciones por un valor en el orden de los US$ 2.100 millones, con lo cual la campaña 2023/24 implicaría un incremento del 70% en el valor de las mismas”, cerraron.
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