Por Agroempresario.com
En una entrevista exclusiva con Agroempresario, Jorge Ghiglia, presidente de Colonia Cunícola, compartió una visión única sobre el mercado de carne de conejo y cabrito en Argentina. La empresa, con 12 años de experiencia en el rubro, está demostrando cómo la innovación y la adaptabilidad son la clave del éxito en el mundo agroindustrial.
La empresa Colonia Cunícola, con sede en La Rioja, se dedica a la producción, industrialización y comercialización de carne de conejo. Trabaja con la raza Hycat y en la actualidad tiene una demanda considerable en las ciudades más importantes del país como Córdoba, Buenos Aires, Rosario, Tucumán, entre otras.
Su objetivo es crecer y ampliar su producción. Ghiglia explicó la motivación para lograr esta meta detrás de la diversificación: "Desde la pandemia, hemos incorporado el cabrito como un producto más en respuesta a las necesidades de los productores caprinos de La Rioja. El cabrito nos ha brindado una apertura diferente, con un mercado más amplio y constante, a diferencia de la carne de conejo, que es más estacional."
La decisión de Colonia Cunícola de abrazar la diversificación como una vía para el crecimiento y la estabilidad, es un ejemplo inspirador de cómo una empresa puede adaptarse y prosperar en un entorno en constante cambio. Su visión y voluntad de innovar demuestran que, en el mundo agroindustrial, la diversificación puede ser la clave para abrir nuevos horizontes y mantener un camino de crecimiento sostenible.
Ghiglia ha sabido identificar con precisión un desafío crucial que enfrenta la empresa; tomando la decisión de abordar la diversificación de carnes, en este caso hacia el cabrito, se enfrentó a una realidad interesante y, a la vez, desafiante: "Los productores de cabritos son en su mayoría informales, lo que plantea desafíos administrativos y económicos en nuestra relación con ellos," menciona Guiglia. Este nuevo abanico de productores informales requirió una gestión y adaptación cuidadosa por parte de la empresa. Sin embargo, Ghiglia destacó que, en lugar de representar un obstáculo insuperable, esta colaboración con productores informales es vista como una oportunidad para un crecimiento mutuo y un compromiso interesante con el mercado.
Además de estos desafíos, Colonia Cunícola está mirando hacia el futuro con ojos de expansión. Ghiglia planteó el interés por acceder al mercado islámico. Para lograrlo, la empresa busca la certificación Halal para su carne. Es “una certificación especial por su religión que requiere un proceso especial en la faena de la carne”. Según Guiglia, esta certificación abrirá nuevas puertas tanto en Argentina como en el extranjero. Este paso representa un esfuerzo por ampliar el alcance de la empresa, y a su vez muestra su compromiso en evolucionar y explorar oportunidades más allá de las fronteras tradicionales y regionales.
La responsabilidad medioambiental y la sostenibilidad son áreas de enfoque crítico para Colonia Cunícola. Ghiglia resalta que la empresa cumple con rigurosos estándares de manejo de residuos en todas sus plantas; este proceso es supervisado por SENASA, el organismo encargado de regular la producción agroindustrial. A fin de cumplir con todos los requerimientos, se procesan los subproductos de manera adecuada: “los kilos de producto orgánico que se tiran, tienen dos procesos: lo que es líquido pasa a una planta de tratamiento subterránea”, y aquellos elementos potencialmente contaminantes como la sangre y las vísceras, “las que no se consumen, van a un aparato específico que trabaja a 2 atmósferas de presión, en ese proceso cocina y destruye toda la posibilidad de virus y bacterias contenidas”, y “finalizada esa etapa se lleva a un depósito que tiene la municipalidad”, así explicaba el presidente de la empresa. Este compromiso con la gestión adecuada de residuos, resalta la responsabilidad medioambiental de la empresa, minimizando su huella ecológica.
El enfoque de Colonia Cunícola en el cuero también es un ejemplo de su compromiso con la sostenibilidad. Ghiglia enfatizó que aprovechan al máximo el cuero, evitando el desperdicio y garantizando su comercialización eficiente. Esta práctica representa un enfoque integral de sostenibilidad que abarca no sólo los aspectos medioambientales, sino también económicos.
La empresa Colonia Cunícola no sólo busca la excelencia en su producción y comercialización, sino que también demuestra un compromiso sólido con prácticas comerciales sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, al mismo tiempo que explora nuevas vías para el crecimiento y la diversificación de sus productos.
Por último, el presidente de Colonia Cunícola hizo énfasis en el progreso de la empresa, y sobre todo en la apertura de las carnes de cabrito que estaría consolidando a la empresa en un avance positivo. "La certificación Halal nos permite una apertura de mercado. Desde hace tiempo que no teníamos este tipo de oportunidad, de cambiar o de sumar un producto nuevo. Creemos que está bien, y que tenemos muchas posibilidades de seguir avanzando”. nos compartió Ghiglia.
Colonia Cunícola está demostrando que la adaptación y la innovación son esenciales en la industria agroindustrial. Se trata de una empresa pequeña pero con un equipo que apuesta al rubro en la provincia desde hace más de 15 años, inclusive antes de la apertura de la empresa. Es por ello que son más que un plantel, son casi una familia, quienes día a día siguen trabajando para mejorar el diseño de la planta frigorífica y la unidad de producción. Asimismo, su compromiso con la diversificación, la sostenibilidad y el ímpetu a explorar nuevos mercados, la convierte en un ejemplo inspirador para otras empresas del sector.