A través de un comunicado, el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica de la República Argentina (CPIA) respaldó contundentemente la adhesión del país al Acta 1991 de la Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV 91)
El comunicado inicia recordando los inicios de la formación agraria en el país, hace 140 años, y destaca el papel fundamental de los Ingenieros Agrónomos en el liderazgo de la producción agroindustrial argentina. Se resalta que el 72% de las exportaciones nacionales provienen del sector agrario, subrayando su relevancia económica y productiva.
CPIA destaca la capacidad de los profesionales del sector para tomar decisiones trascendentales, como la fecha de siembra, la elección de variedades genéticas, la fertilización adecuada y el momento óptimo de cosecha. Sin embargo, se señala que las limitaciones institucionales actuales obstaculizan el pleno desarrollo de la actividad, especialmente en el ámbito del mejoramiento genético de semillas.
CPIA argumenta que la adhesión de Argentina al UPOV 91 sería crucial para impulsar el desarrollo genético de variedades esenciales como arvejas, lentejas, garbanzos, lechuga, tomate, maní y porotos, fundamentales para la seguridad alimentaria del país y con potencial global.
Además, explica que la adhesión representaría un avance cualitativo y cuantitativo, permitiendo aumentar el rendimiento por unidad de superficie, eficientizar el uso de recursos, mejorar la biodiversidad de los cultivos y contribuir positivamente al balance de carbono, con impactos beneficiosos sobre el calentamiento global.
El comunicado subraya que la adhesión no restringe el uso de los agricultores y se aplica solo a especies mejoradas, sin afectar a las variedades nativas o criollas utilizadas por agricultores de pequeña, mediana escala o campesinos.
CPIA destaca que numerosas naciones competidoras, como Estados Unidos y Australia, ya se han adherido al UPOV 91, y que Argentina, como referente en investigación básica, podría liderar el desarrollo productivo a nivel regional.
Finalmente, resalta que la adhesión no implica un cambio en el sistema de patentes, sino que regula los derechos del obtentor. En este contexto, enfatiza que esta medida representaría un salto institucional para el país, permitiendo a los profesionales y fitomejoradores desarrollar con mayor amplitud y libertad el mejoramiento genético vegetal, colocando a Argentina nuevamente en la vanguardia de la industria alimentaria internacional.
Con este fuerte respaldo del Consejo de Ingenieros Agrónomos, se espera que la adhesión al UPOV 91 sea considerada como parte integral de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, reconociendo la necesidad de no postergar esta medida clave para el futuro de la bioeconomía en el país.
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