Por Agroempresario.com
Los agricultores y ganaderos desempeñan un papel crucial en esta tarea, implementando estrategias para mitigar los efectos del calor en sus rebaños.
La sombra como aliada: una de las principales medidas adoptadas es proporcionar sombra adecuada. Construir estructuras sombreadas en los pastizales y áreas de descanso permite que el ganado se resguarde del sol abrasador, reduciendo el riesgo de estrés térmico.
Hidratación constante: el acceso constante a agua fresca es esencial. Agricultores comprometidos aseguran que los bebederos estén llenos y en buen estado. Algunos incluso optan por la instalación de sistemas de nebulización para mantener a los animales frescos y bien hidratados.
Adaptación de horarios: la modificación de los horarios de alimentación se ha convertido en una estrategia efectiva. Evitar las horas pico de calor al programar la alimentación en la mañana temprano o tarde en la noche contribuye a minimizar el estrés térmico en el ganado.
Monitoreo constante: los ganaderos están atentos a cualquier señal de malestar en los animales. El estrés por calor puede manifestarse a través de síntomas como jadeo excesivo, agitación y pérdida de apetito. Actuar rápidamente ante estos signos es crucial para prevenir problemas de salud.
Ayuda refrescante: para combatir las altas temperaturas, algunos ganaderos recurren a métodos como rociar agua sobre el ganado. Este simple pero efectivo gesto ayuda a reducir la temperatura corporal y proporciona alivio inmediato.
En conclusión, la protección del ganado durante las olas de calor es una prioridad para aquellos que dependen de estos animales en su sustento diario. La implementación de medidas como sombra, hidratación adecuada y monitoreo constante demuestra el compromiso de la industria ganadera con el bienestar animal, incluso en condiciones climáticas desafiantes.