Un artículo difundido por National Brokers, un broker de seguros especializado en identificar y administrar riesgos, cita los datos de la última edición de la Encuesta de Seguros en el sector Agropecuario y Forestal, de la Superintendencia de Seguros de la Nación: en 2022 (última cifra disponible) se emitieron 150.959 pólizas –contra 145.163 en 2021–, lo que representó primas por $46.031 millones.
En total se protegieron 21 millones de hectáreas y se registró un capital asegurado de $2000 millones –versus 20,7 millones el año anterior con un capital de $1200 millones–.
En la actualidad hay 30 aseguradoras que ofrecen coberturas para el campo, según el mismo informe. La gran mayoría está enfocada a dar soluciones a riesgos aparejados por el granizo, pero también hay otras que cubren diferentes adicionales como heladas y vientos, y, en menor medida, ganado, incendios o incluso daños en silos o silo bolsas.
Victoria Mehring, gerente de Sucursal de National Brokers, trae un caso real para tomar dimensión. En la firma vieron el caso de un productor de girasol de la provincia de Buenos Aires que decidió contratar un seguro contra granizo pero rechazó la propuesta de incluir un adicional de vientos. Él tenía 650 hectáreas sembradas y el costo por contar con dicho adicional en su cobertura era de USD 5.655. Un cambio imprevisto en el clima afectó 250 hectáreas cultivadas, lo que repercutió en una pérdida de USD 120.000.
Pero tmbién hay casos positivos. Otro productor aseguró 1035 hectáreas de trigo a una tasa de 0,97%. Una helada afectó 985 hectáreas sembradas y producto de la cobertura contratada la aseguradora cubrió el pago por los daños en USD 18.000. El costo del adicional había sido solo de USD 200.
“Hoy el productor agropecuario tiene más conciencia y asegura la siembra. Generalmente, hasta que el siniestro no ocurre, no se toma conciencia de para qué sirve el seguro, son pérdidas económicas de miles de dólares. Y si encima no están correctamente asegurados, arriesgan prácticamente todo el año de cosecha. Nuestro rol es asesorar al cliente y presentarle las mejores alternativas para su campo. Para eso nos informamos de la situación del mercado, trabajamos con ingenieros agrónomos y nos capacitamos constantemente”, explica Mehring.
En National Brokers creen que falta información sobre las soluciones que hay disponibles en el mercado para estar protegidos frente a eventualidades. Por eso, trabajan en desarrollar relaciones de confianza con los productores para entender sus necesidades y preparar respuestas acordes. “Además del seguro de granizo (con sus adicionales, como heladas y vientos), también hay otros riesgos que se pueden contratar como el integral de campo (para incendios), o el seguro técnico (para maquinarias). Escuchamos al cliente y diseñamos las propuestas según los requerimientos de su actividad”, explica Juan Manuel Tito, Director Comercial de Patrimoniales.
Para ello, desde la compañía desarrollan un plan de capacitación para especializar a sus ejecutivos en las distintas industrias. En relación al agro, también buscan fortalecer la relación y la cercanía con los productores, realizar un análisis completo de sus necesidades, conocer la tierra donde van a sembrar, el tipo de cultivo, y a partir de ahí, brindar un costo competitivo.
“Al día de hoy, con una campaña (2023/2024) por finalizar, y otra por iniciar (2024/2025), muchos productores tienen la incertidumbre sobre el resultado del negocio. En muchos casos, el rinde esperado puede verse afectado, ya sea por cuestiones climáticas como la sequía en algunas provincias o retrasos de lluvias en otras, o bien por la baja de precios de los granos a nivel internacional.
Sabemos lo que arriesga económicamente un productor cuando siembra; y entendemos el esfuerzo y las dificultades que atraviesa el sector por diferentes motivos. Es por ello que estamos para asesorarlos y acompañarlos en todas las etapas”, relata Rodolfo Cittadini, ejecutivo de Agro y Patrimoniales de National Brokers.
Agrofy