Por Agroempresario.com
En las tierras del valle de Uco, región próspera de Mendoza, yace un lugar impregnado de historia y misterio, como una leyenda hecha realidad: el Château d’Ancón. Esta majestuosa casona, con casi un siglo de antigüedad, ha sido durante décadas un ícono reconocido en la zona, reflejando el esplendor de la familia Bombal. Recientemente, este tesoro arquitectónico ha abierto sus puertas para recibir a huéspedes y desvelar sus secretos mejor guardados.
Construido en 1933 por Domingo Lucas Bombal, miembro de una influyente familia local, el Château d’Ancón es un testimonio de la opulencia europea en medio de los viñedos mendocinos. Inspirado en estilos eclécticos que fusionan lo colonial californiano y lo francés, la mansión fue erigida con materiales y mobiliario importados de Francia, Italia y Portugal. Domingo, educado en Inglaterra y residente en París durante muchos años, trajo consigo el esplendor europeo a su hogar de verano, ubicado en una extensa estancia de 2300 hectáreas.
La visión de Domingo se perpetuó gracias a su hija Lucy, quien heredó su espíritu altruista y se convirtió en la matriarca de la bodega familiar. Bajo su dirección, el Château d’Ancón se convirtió en un punto de encuentro para embajadores, políticos y empresarios, conservando su aura de exclusividad y misterio a lo largo de los años.
El castillo, con sus 2500 metros cuadrados y 15 habitaciones, ha sido parcialmente adaptado para recibir a visitantes, ofreciendo una experiencia de alojamiento de cinco estrellas. Los huéspedes tienen acceso a una gastronomía refinada y pueden disfrutar de paseos entre bosques de nogales, viñedos, castaños y cerezos, así como actividades ecuestres y degustaciones de vino.
Sumergirse en el Château d’Ancón es como retroceder en el tiempo a la belle époque de Tupungato. El mobiliario original, cuidadosamente seleccionado por Domingo en Europa, aún adorna las estancias. La biblioteca, considerada una de las más completas por la embajada inglesa, alberga una colección de libros en inglés y francés, mientras que un piano Steinway & Sons de 1914 preside la sala de música. Obras de arte, esculturas, vajilla de porcelana francesa y cristalería de Bacarat completan la atmósfera de este tesoro arquitectónico.
La propuesta de alojamiento incluye actividades que permiten explorar la estancia y sus alrededores, ofreciendo una experiencia inolvidable en medio de la naturaleza mendocina. Además, con la apertura del restaurante El Granero, se busca resaltar la rica tradición gastronómica de la región, complementando la experiencia enológica del Château d’Ancón.
Con su legado de excelencia enológica y su encanto atemporal, el Château d’Ancón continúa cautivando a aquellos que buscan sumergirse en la historia y la belleza del valle de Uco, revelando los secretos de un pasado glorioso que sigue vivo en cada rincón de esta venerada morada.