Por Agroempresario.com
La campaña triguera 2024/25 se vislumbra como una de las más prometedoras en la historia argentina, con la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyectando una siembra récord de 6,92 millones de hectáreas, lo que representa un aumento del 25% respecto al año anterior. Este incremento podría consolidarse como el mayor área sembrada en los últimos 14 años. Se estima que la producción alcanzaría los 21 millones de toneladas, el segundo registro más alto en términos productivos.
Las condiciones de suelo son favorables tras una carga óptima de perfiles, en contraste con la escasez hídrica previa. La inversión en tecnología y una mayor fertilización este año, especialmente con nitrógeno dirigido al trigo, están impulsando expectativas positivas en cuanto a los rendimientos. Se espera un rendimiento promedio cercano al obtenido en la temporada 2021/22, con aproximadamente 29 quintales por hectárea.
No obstante, existen desafíos significativos. El aumento del costo de los alquileres de tierras representa una carga considerable, especialmente dado que el 70% de la producción se realiza bajo esta modalidad. Además, la situación climática actual presenta dificultades, con meses recientes muy secos que han comenzado a afectar la disponibilidad de agua en áreas clave de siembra. En regiones como Chaco y Santiago del Estero, los agricultores han tenido que sembrar a profundidades inusuales debido a la escasez de agua superficial.
En términos de distribución geográfica, se espera un incremento del 18% en la intención de siembra en Buenos Aires, con una notable recuperación en los sectores del oeste. Córdoba proyecta agregar 350,000 hectáreas, superando así el millón de hectáreas en total. Santa Fe también se suma al aumento con un incremento del 25%, adicionando 270,000 hectáreas al cultivo de trigo.
A pesar de los desafíos climáticos y económicos, el panorama para la campaña triguera 2024/25 en Argentina muestra un potencial considerable, apoyado por condiciones agronómicas favorables y una sólida inversión en insumos tecnológicos, que podrían traducirse en una producción significativa si las condiciones climáticas mejoran conforme avance la temporada.