Este enraizador casero sirve para hacer crecer tus plantas y mejorar la calidad del suelo

Para esos entusiastas de la jardinería que buscan un método eficaz y natural para mejorar la salud de sus plantas y la calidad del suelo, un enraizador casero podría ser la respuesta ideal. Este enraizador, fácil de preparar y utilizar, ofrece una solución práctica para fomentar el crecimiento de las plantas.

La receta es sencilla y accesible: se necesita una cucharada de azúcar, una cucharada de levadura y medio litro de agua tibia. Estos ingredientes se mezclan bien y se dejan reposar en un recipiente sellado durante un día. Esta combinación se convierte en un potente estimulante natural para las raíces de las plantas.

El uso de este enraizador no puede ser más simple. Se recomienda regar las plantas con esta mezcla una vez por semana. La combinación de azúcar y levadura proporciona nutrientes esenciales que mejoran la estructura del suelo y crean un ambiente favorable para el desarrollo radicular.

Esta receta no solo promueve el crecimiento saludable de las plantas, sino que también mejora la calidad del suelo. Al regar regularmente con esta mezcla, las plantas reciben un aporte constante de nutrientes que les permite crecer más fuertes y vigorosas.

Incorporar este enraizador natural en la rutina de jardinería puede marcar una gran diferencia en la salud de las plantas y la calidad del suelo. Es una solución sencilla, económica y altamente efectiva para quienes desean disfrutar de un jardín lleno de vida y color.
 

Qué hay que tener en cuenta para enraizar una planta:

“Las plantas se multiplican por semilla en la casi totalidad de las especies; en otras podemos multiplicarlas a través de tallos que se entierran en el suelo, y así se inducen a producir raíces. Pero no todos los tallos de todas las plantas se pueden multiplicar de esta manera”, explicó el Ingeniero Agrónomo Gustavo Manzor, de Choele Choel.

Cuando hablamos de enraizar – aclara Manzor – este proceso puede ser natural en ciertas especies que, forzado con enraizantes naturales o químicos en otras, y/o totalmente nulo, para algunas. “Según la especie dependerá el éxito del enraizado, porque no todas las plantas, aunque le pongamos enraizador, enraizarán”, indicó.

Manzor explica que a la hora de enraizar es muy importante el tipo de sustrato donde se va a colocar el tallo cortado de la planta y la especie vegetal que se desea multiplicar; también el tipo de enraizante, y la temperatura donde van a quedar, ya que se debe proteger del frío extremo.

“Debemos saber que un enraizante es considerado un producto compuesto por hormonas vegetales naturales, que tiene como objetivo estimular el crecimiento de raíces”, indica. “También es considerado un importante complemento que asegura el crecimiento radicular en todo tipo de vegetales”, agrega.

El enraizante – explica el experto – actúa promoviendo la producción de células que darán origen a las raíces y eso es gracias a las hormonas giberelinas y auxinas propias de ese proceso biológico.

“Por lo tanto, cuando quiero enraizar un tallo de una planta determinada, lo mojo hasta 1/3 de su altura en una solución que contenga enraizante y lo entierro en el suelo. Puede ser una maceta o el lugar definitivo”, especifica el profesional.

Algunos enraizadores vienen preparados para usar puros y otros deben diluirse.

Manzor detalle que esta operación se puede realizar en la mayoría de las plantas de jardín, ya sean herbáceas, arbustivas o forestales, teniendo en cuenta que algunas serán más fáciles de enraizar que otras. Las plantas que mejor responden a este proceso son lavanda, romero, rosales, salvia, olivo, higuera, sauces, álamos, y algunas trepadoras como la madreselva, entre otras.

“La mejor época para la multiplicación de plantas por medio de este proceso de enraizado es a finales otoño y todo el invierno (en los meses sin r, para que lo recuerden mejor)”, señala.

Es muy importante que las plantas que estemos enraizando estén protegidas de los fríos intensos – explica el ingeniero- y para eso se las puede cubrir con una bolsa de nylon o llevar dentro de la casa y que le de la luz del sol.

Existen otros métodos más “económicos “ – afirma Manzor – como colocar dos o tres ramitas de sauce en medio litro de agua y en una semana, esas ramas habrán generado muchas raíces. En el agua con raíces se colocan los tallos de la planta que se quiera multiplicar.

“Ese agua aumentó la concentración de las hormonas que producen el enraizamiento, por lo tanto, la van a absorber los tallos que pusimos en el recipiente”, indicó el profesional a RÍO NEGRO.

LMRio Negro