Caputo en tensión con el campo: la lucha por los dólares para reservas se intensifica

Por Agroempresario.com

Luis Caputo, el ministro de Economía, se encuentra en una encrucijada crucial con el sector agropecuario. Los productores retienen en silobolsas alrededor de 33 millones de toneladas de soja, valuadas en aproximadamente 14.000 millones de dólares, esperando una ventana de oportunidad para vender a las cerealeras que, a su vez, tienen la obligación de liquidar divisas en el Banco Central dentro de un plazo de 15 días, según estimaciones de CIARA, la cámara de la industria aceitera con vínculos tanto con los productores como con el Gobierno.

La Bolsa de Cereales informó que aún quedan 27 millones de toneladas de maíz sin fijar precio, una parte significativa destinada al mercado interno y otra a la exportación. En total, se estima que quedan por liquidar 16.000 millones de dólares.

Caputo necesita urgentemente que los productores vendan su producción para incrementar las reservas del BCRA. Para ello, debe convencerlos de que no habrá una devaluación ni una suspensión de las retenciones a las exportaciones. Hasta ahora, los productores, desde los pequeños hasta los grandes fondos que administran campos, prefieren mantener su producción almacenada, sin mostrar prisa por vender.

Recientemente, el Gobierno envió una señal clara al sector agropecuario: no está dispuesto a devaluar ni a comprometer el superávit fiscal logrado. La prioridad es reducir la inflación de manera contundente para mantener el crawling peg del 2% mensual, evitando un mayor atraso del tipo de cambio.

Como parte de su estrategia, Caputo ha recurrido a vender dólares en el Contado con Liquidación (CCL) para disminuir la brecha cambiaria y presionar a la baja la inflación. Sin embargo, esta medida ha resultado en que los productores reciban menos pesos en términos reales por cada dólar liquidado, lo que desincentiva aún más la venta de su producción.

El escenario internacional tampoco favorece la situación, ya que el precio de la soja ha caído por debajo de los 400 dólares por tonelada, el nivel más bajo en cuatro años. Esta caída obliga a los productores a esperar una mejor cotización futura. En lugar de vender a precios bajos, muchos optan por tomar créditos a tasas bajas en los bancos para financiar la próxima campaña, según el director de una multinacional exportadora que opera en el sector.

A pesar de los contactos constantes, la relación de las cerealeras con el ministro de Economía sigue firme, aunque Caputo reitera que no habrá devaluación ni reducción de retenciones. Daniel Idígoras, representante de CIARA, sugiere que habrá que esperar hasta la primavera para ver una liquidación sostenida de divisas, ya que los productores suelen vender en esa época para obtener pesos para la siguiente campaña. Aquellos con respaldo financiero o acceso a créditos probablemente prefieran endeudarse antes que vender en las condiciones actuales.

Mientras tanto, el Banco Central ha tenido que vender divisas y pagar vencimientos con el FMI. La tensión entre el campo y el Gobierno está en su punto más alto, y la gran incógnita es quién prevalecerá en esta pulseada.