Por Agroempresario.com
Ubicada en Chapadmalal, a tan solo 25 kilómetros de Mar del Plata, la estancia Santa Isabel es un testimonio viviente de la rica historia argentina. Fundada en 1888 tras la prematura muerte de José Toribio Martínez de Hoz, esta propiedad ha evolucionado de una gran extensión agrícola-ganadera a convertirse en un destacado proyecto vitivinícola.
La herencia de Santa Isabel comenzó cuando sus hijos, Miguel Alfredo y Eduardo Antonino Martínez de Hoz, recibieron la subdivisión de la antigua Estancia Chapadmalal. Eduardo Antonino, en particular, fue un apasionado del turf y, junto a su esposa Dulce Liberal, decidió ceder la estancia a Henrique Cardoso en 1976, un gesto que marcó el inicio de una nueva etapa en la vida de la propiedad.
La familia Cardoso realizó importantes mejoras paisajísticas y, en 1987, Henrique y su esposa ampliaron la casa al estilo colonial rural. En 1996, la familia Estrada Mora adquirió la estancia, introduciendo una serie de remodelaciones, incluyendo la conversión de una antigua chanchería en una capilla y la incorporación de un salón de recepciones y otros espacios recreativos.
El gran cambio llegó en 2009, cuando la familia Estrada Mora arrendó parte de la estancia a Trapiche para crear la bodega Costa & Pampa. Este innovador proyecto se centra en la producción de vinos oceánicos, con una ubicación a solo 6 kilómetros del mar que favorece la elaboración de vinos únicos. Entre sus logros más destacados se encuentra el Albariño 2022, que obtuvo 95 puntos en el Reporte Argentina y fue reconocido como el mejor Albariño de Argentina.
Además de su producción vinícola, Santa Isabel ofrece a los visitantes una experiencia completa que incluye paseos en sulky, gastronomía y un after beach durante el verano, brindando una oportunidad única para disfrutar de la naturaleza y los vinos en un entorno histórico.
La estancia Santa Isabel sigue siendo un testimonio de la tradición y la innovación, combinando su rica historia con un futuro prometedor en el mundo del vino.