Fue común durante los últimos meses pasar por las rutas argentinas y ver, en ciertos lugares estratégicos, feedlots colmados de animales. Según el presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, Fernando Storni, el primer semestre fue bueno como negocio, pero ahora cree que se avecinan tiempos difíciles,
- Tuvimos una buena mitad de año marcada por una relación compra-venta favorable. Además, con valores estables en la alimentación, pese a algunos incrementos en subproductos. El maíz, se mantuvo con alzas y bajas, pero relativamente estable. Eso permitió tener algunos negocios interesantes durante la primera mitad del año. A eso responde seguramente parte de los datos de ocupación de inicios de mes 70% de ocupación, según datos de SENASA, de unas 2,4 millones de cabezas encerradas, récord histórico. Y eso, a pesar de que los ingresos de este año en los corrales han sido menores que el año pasado. Y esto también es lógico porque estamos, de alguna manera, reacomodándonos a los valores promedios después de los estragos de la sequía y las obligaciones de encierre por la falta de agua. Entonces, esa primera mitad del año, fue interesante desde el punto de vista del negocio, después de muchos meses y muchos años complicados. Hay, sin embargo, hacia adelante, incertidumbre, porque lo que está encerrado hoy, no sabemos bien cuánto, o cómo se va a terminar. Es decir, que proceso de engorde van a terminar, cuantos kilos van a incorporar y cuánto tiempo van a estar en los corrales. Con un volumen importante de la hacienda encerrada, veremos qué sucede en la salida cuando se vuelque a la oferta de acá a 120, o 150 días. Y cómo va a estar la tracción del consumo y de la exportación para posicionar los precios.
- No. Vamos a separar dos cosas. Nosotros hacemos un margen bruto que es una foto de la actividad. Hoy esa foto, producto del cambio de la relación compra venta, y de la suba de algunos costos es negativa o casi neutro, sin tener en cuenta el costo financiero. La película, depende o va a depender, de que pase con los precios del animal gordo terminado cuando nos toque salir a venderlo. Pero claramente, la relación compra venta se complicó. El indicador está en rojo. La carne al mostrador se mantuvo quieta durante estos meses. Si el consumidor recompone el salario de a poco, seguramente vamos a poder tener una reacción mayor sobre los precios.
- Algunas cosas tienen que ver con cuestiones culturales con salidas de esas intervenciones que teníamos en el sistema de mercado, las cuantificaciones, los cortes prohibidos. Eso, por lo menos, se ha destrabado con el cambio de gestión. Por supuesto que la carne tiene un 9% de retenciones, y después sí hay algunas cosas más propias de la actividad, que tienen que ver con algunas cuestiones técnicas y otras impositivas. Nosotros tenemos un diferencial de alícuotas de IVA, que tiene que ver con compras de muchos insumos al 21%, muchos productos de alimentación y la venta de la hacienda, por supuesto, al 10,5%. Eso genera saldos de IVA que se van acumulando y no pueden ser utilizados para el pago de otros impuestos. Y genera saldos que se acumulan permanentemente. No es un tema menor ya que es menos plata para el sector. Y que afecta a la actividad de la producción.
- Claramente va a movilizar. Ya pasó cuando asumió Juntos por el Cambio, se quitaron las retenciones y el valor del maíz se triplicó. El valor del maíz es crítico, claramente eso genera un impacto directo en un momento y el sector tiene que absorberlo. Lo que creemos es que hay que hacer cambios estructurales. Muchos. Hay que sacar las retenciones al maíz, hay que sacar las retenciones a la carne… también hay que movilizar la producción de maíz para buscar volúmenes. Pero hay que lograr de alguna manera quitar esas trabas, ese costo argentino del que hablamos siempre, que tiene que a ayudar a darnos competitividad. Es decir, hay que acomodar las retenciones de los granos. Eso va a complicar al sector, pero bueno, van a permitir variar y acomodar la cadena. Entendemos que hay que quitar las retenciones a los granos, y entendemos que hay que quitar las retenciones a las carnes.
- La hotelería está teniendo en los últimos 10 años, un cambio importante. Y tiene que ver justamente con cambios que se dieron a partir de 2016, donde el posicionarse nuevamente, tras el impasse que tuvimos en los cuatro años de gestión de Unión por la Patria. Al volver a mirar los mercados externos como mercados importantes y para poder pensar en el crecimiento de la ganadería argentina apareció, dentro de la hotelería, un factor importante como la industria exportadora. Hasta el 2015, los clientes de hotelería eran matarifes y abastecedores, y algún productor que cobraba corrales de consumos de su hacienda. Por otro lado, la situación compleja del negocio en los últimos tres años ha hecho que muchas empresas empiecen a habilitar servicios de hotelería para poder tener parte de su establecimiento cubierto con hacienda de terceros y así cubrir costos de estructura. Hoy los establecimientos hoteleros, que tienen el 50% de la hacienda, o el 45% de la hacienda propia, el 55% de la hacienda de terceros. Y ese 55% de terceros repartido entre un 60% propiedad de la industria del consumo interno y un 40% propiedad de la industria exportadora. Este es el perfil que vemos en las estrategias, pero a remarcar, y lo más importante, me parece es que hay un jugador que va cobrando cada vez más relevancia. Es la industria de la exportación, que está haciendo sus animales en los corrales propios, hecho que les permite estabilizar su faena, hacer sus animales más “a medida” o cubrir parte de la faena con animales propios.
- Últimamente hay algunos ataques a la ganadería por el tema de sustentabilidad. En algunas provincias se presentaron proyectos para regular la actividad de los feedlots. ¿Cuál es la opinión de la Cámara?
- Siempre decimos que necesitamos el marco jurídico que permita una cierta seguridad. Son inversiones muy importantes en producción. Queremos que esté esa normativa y esa legislación. Trabajamos como Cámara con muchos legisladores de distintas provincias para poder justamente aportar nuestra visión en las normativas que reúnen la actividad a nivel nacional, provincial y municipal. Hay muchos consejos deliberantes también trabajando sobre estas normativas. Creemos que hay un foco muy importante, que tiene que ver con los estudios de impacto ambiental y los complementarios que nos marcan y nos dicen cuáles son las medidas de mitigación para el impacto que la actividad tiene. Toda intervención humana, toda actividad humana tiene un impacto y por supuesto hay tareas y formas de hacer las cosas que minimizan esos impactos. Acompañamos, tratamos de poner, por supuesto, la visión que tenemos nosotros como institución, pero buscamos, como te digo, ese marco jurídico, que nos de tranquilidad, porque no podamos estar sujetos después a cambios en reglas de juego. Entonces, hay cosas muy importantes que hay que tener en cuenta: la zonificación cuando se decide tiene que ver con los municipios cuando se trabaja en zonificación hay que dejar cuáles son las zonas productivas cuáles son las zonas productivas, cuáles son las zonas urbanas, y eso es lo que está enfocado en tal. Hay algunos, países, que tienen una normativa que se llama Right to Farm Act, el derecho al acto rural. La actividad rural y quienes quisieran residir en esa zona tienen que aceptar las reglas de las producciones y las necesidades de las producciones. Eso es importante y siempre, por supuesto, las producciones reguladas y controladas. Así que zonificación y estudios de parte ambiental son los dos pilares fundamentales por los cuales creo que debemos trabajar en esas normativas. Porque fijan distancias mínimas, que creemos nosotros que pueden no ser sanas. Las distancias tienen que ver mucho con, cómo es la producción, cómo se lleva adelante esa producción, de qué manera, con qué medidas de mitigación. También hay olores naturales de la actividad, y depende de la distancia. Y, por eso es importante el estudio de impacto ambiental que tiene en cuenta todas esas variables.
- Más allá de los requerimientos de calidad de carne, donde por suerte para el sector, la carne del animal terminado a grano va siendo elegido, en cuanto a ese marbling esa grasa intramuscular que le da un sabor característico, también se suman algunos pedidos que tienen que ver con temas vinculados a bienestar animal, la sustentabilidad o cuidado del ambiente. Hay temas de deforestación también en la normativa de la Unión Europea que entra en vigencia a fin de año. Y si bien son barreras para arancelarias está bien planteado por los europeos- La carne que compren para el consumo en la Unión Europea debe venir de zonas que sean libres de deforestación. Entonces, hay cuestiones que hay que evaluar, pero como cadera tenemos que empezar a ver de qué manera nosotros damos cumplimiento a eso.
LMNeuquen