Soja: ROSARIO
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Maíz: ROSARIO
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Trigo: ROSARIO
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Por Agroempresario.com
Javier Milei cerró una semana complicada en los mercados globales con una señal positiva: un superávit comercial semestral más alto de lo esperado, en medio de una relativa calma cambiaria y una leve mejora en el riesgo país. Para Milei, esta cifra es un respaldo a su estrategia económica, especialmente en un momento donde las críticas sobre un posible retraso cambiario cobran fuerza.
Sin embargo, aunque el gobierno presenta el superávit como una victoria, la realidad muestra un panorama más complejo. La caída en los precios de las materias primas, especialmente la soja, es una señal de alerta. A pesar de un aumento en las exportaciones del campo, los precios internacionales continúan en declive, afectando el valor final de las ventas.
La soja, principal producto de exportación de Argentina, cerró la semana en 377 dólares por tonelada, una cifra considerablemente menor a los 458 dólares alcanzados en mayo y aún más lejos de los 500 dólares del año pasado. Esta tendencia a la baja no solo refleja la crisis financiera global, sino también factores específicos como el aumento de la oferta en el hemisferio norte y la disminución de la demanda china.
La incertidumbre en el mercado ha llevado a los expertos a recomendar a los productores agrícolas que aceleren la venta de su cosecha para minimizar riesgos. Según estimaciones, hay aproximadamente 14.000 millones de dólares en soja almacenada en silobolsas, con unas 26 millones de toneladas aún pendientes de comercialización.
A pesar del contexto adverso, el ritmo de ventas ha mostrado cierta mejora. En julio, las liquidaciones del complejo agroindustrial alcanzaron los 2.600 millones de dólares, y el inicio de agosto también ha mostrado buenos números, con jornadas que superaron los 100 millones de dólares en ingresos. No obstante, la gran incógnita es si este volumen será suficiente para cubrir las necesidades de divisas del país.
Las proyecciones del mercado indican que Argentina podría cerrar el año con exportaciones por 77.194 millones de dólares, según la encuesta REM del Banco Central. Sin embargo, este pronóstico se basa en la esperanza de que se mantenga un buen ritmo de ventas en el segundo semestre del año, algo que no está garantizado dadas las condiciones actuales.
Para alcanzar esta cifra, sería necesario que el stock de soja guardado en silobolsas se comercialice casi en su totalidad y que las condiciones climáticas permitan reducir las importaciones de gas licuado. Aunque el promedio de exportación del primer semestre fue de 6.362 millones de dólares mensuales, el segundo semestre tradicionalmente muestra cifras más bajas debido a la estacionalidad de la cosecha.
La historia reciente muestra que, en momentos de incertidumbre, los productores agrícolas tienden a actuar con cautela. Aunque existe la posibilidad de que las ventas se incrementen en los próximos meses, esto dependerá de la percepción que tengan los productores sobre la estabilidad del tipo de cambio y la evolución de los precios internacionales.
En conclusión, mientras que el gobierno de Milei espera un superávit comercial holgado para fin de año, los desafíos externos y la prudencia de los productores podrían dificultar el cumplimiento de esta meta. Para que el superávit comercial se mantenga robusto, será crucial manejar con cuidado tanto las exportaciones como las importaciones en los próximos meses.
