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Por Agroempresario.com
El Gobierno argentino continúa centrado en su estrategia para reducir la inflación y controlar el déficit fiscal, dos prioridades que parecen inamovibles a pesar de la presión creciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de una economía que enfrenta serias dificultades. Según un reciente informe de El Cronista, la administración actual está manejando un delicado equilibrio entre mantener estas metas y abordar las profundas caídas en la industria y el empleo.
Las consultoras y economistas sugieren que la tarea de continuar disminuyendo la inflación será cada vez más difícil, con una previsión de estancamiento en torno al 4% mensual. En este contexto, algunos analistas consideran que la dolarización podría ser una herramienta necesaria para romper ese techo inflacionario. Sin embargo, la opinión entre los funcionarios del gobierno está dividida. Mientras el Ministro de Economía, Luis Caputo, ve la dolarización con cierta apertura, Federico Sturzenegger, Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, se muestra escéptico sobre esta medida.
El objetivo del Gobierno es ambicioso: alcanzar una inflación anual del 8% y lograr un superávit fiscal para 2025. No obstante, el camino hacia estas metas parece estar pavimentado con desafíos económicos significativos, incluyendo una recesión que podría agravarse a medida que se implementen las políticas necesarias para bajar los precios. Como indica El Cronista, el Gobierno podría estar dispuesto a aceptar una mayor recesión como precio por una inflación más baja.
Una indicación del estado actual de la economía se refleja en el Índice de Desempeño Industrial (MDI), que sigue mostrando niveles de contracción. Con un registro de 44,3, el MDI ha permanecido en terreno negativo por noveno mes consecutivo, aunque muestra una leve mejora respecto al año anterior. Este índice, que evalúa la producción, ventas, empleo, tiempos de entrega y niveles de stock de insumos, señala una continua dificultad en el sector industrial.
La encuesta realizada revela que el 38,9% de las empresas reportó caídas en la producción, el 43,7% en las ventas, el 28,2% en las exportaciones y el 17,3% en el empleo. Estos porcentajes, aunque significativos, son menores en comparación con los del relevamiento anterior.
La pregunta crucial es cómo continuará la sociedad enfrentando el ajuste económico, dado el elevado índice de pobreza y la falta de soluciones inmediatas para revertir la situación. El desafío para el Gobierno será encontrar un equilibrio que permita cumplir con sus metas económicas sin agravar aún más las condiciones sociales y económicas del país.
