Por Agroempresario.com
En una reciente entrevista publicada por La Nación, Ekaterina Molodyko e Iana Sinitskaia, fundadoras de BlinBlin, compartieron la fascinante historia detrás de su emprendimiento gastronómico en Buenos Aires. Originarias de Rusia, estas emprendedoras transformaron su amor por la repostería en un negocio exitoso que ha capturado el paladar de los porteños.
Los blinis, pequeñas crepes esponjosas tradicionales en Rusia, han encontrado un nuevo hogar en la capital argentina gracias a Molodyko y Sinitskaia. Molodyko, de Siberia, llegó a Argentina hace nueve años con sus tres hijos, mientras que Sinitskaia, de Volgogrado, se mudó hace cinco años. A pesar de los desafíos, las fundadoras lograron abrir BlinBlin, un local que ofrece una variedad de blinis, desde los tradicionales con caviar hasta opciones innovadoras como el "blini burger".
En la entrevista, Molodyko revela su trayectoria, mencionando que comenzó a estudiar pastelería a los 15 años en Rusia, perfeccionándose posteriormente en Francia y Argentina. Sinitskaia, por su parte, comparte cómo su viaje a Argentina fue impulsado por el amor, y cómo adaptó sus habilidades de gestión de ventas en la industria petrolera a la repostería en su nuevo hogar.
El proceso de apertura de BlinBlin no fue sencillo. “Pensábamos que en una semana estaríamos abriendo, pero nos llevó un año”, cuentan las fundadoras. Inicialmente, reunieron US$15.000, pero los costos se elevaron a US$22.000 debido a retrasos y cambios de presupuesto. Sin embargo, su perseverancia dio frutos y el negocio ha prosperado, con la apertura de un segundo local en San Telmo.
A pesar de los desafíos administrativos en Argentina, Molodyko y Sinitskaia aprecian la flexibilidad del entorno empresarial argentino en comparación con Rusia. “En Rusia es más complicado, todo es más rígido”, explica Molodyko.
En BlinBlin, los clientes pueden disfrutar de blinis con una variedad de rellenos, desde caviar patagónico hasta dulce de leche. Las fundadoras no solo han logrado introducir un pedazo de Rusia en Buenos Aires, sino que también han aprendido a adaptarse a la cultura local, dominando el español y abrazando el asado argentino.
Con planes de expansión y el deseo de abrir más locales, BlinBlin se posiciona como un testimonio del éxito de la fusión cultural y empresarial.