La paja de trigo se vuelve ecológica

Por Agroempresario.com

En un giro inesperado que recuerda a la historia de los tres chanchitos, la paja de trigo, un material a menudo subestimado y desechado, está encontrando un nuevo propósito en la construcción sostenible. Esta tendencia innovadora se destaca en un artículo reciente de La Nación, donde se explora cómo la paja de trigo, transformada en paneles prefabricados, está revolucionando la industria de la edificación.

“En un futuro cercano, todos los materiales de construcción deberán ser cultivados, porque vivimos en un planeta de recursos finitos y no podemos seguir teniendo industrias extractivas de materiales no renovables”, afirma Juan Manuel Vázquez, director del Instituto Latinoamericano Passivhaus y experto en eficiencia energética y materiales de base biológica, en declaraciones recogidas por La Nación.

El artículo revela cómo el sistema de construcción BioFraming, desarrollado en Lituania y adaptado en Uruguay por la cooperativa Ecosinergia, utiliza paja de trigo y madera para crear paneles con características notables. Estos paneles son resistentes al fuego, ofrecen aislamiento térmico y acústico, y son una opción de bajo impacto ambiental. Además, al estar hechos de componentes vegetales que secuestran carbono, contribuyen a una reducción significativa de la huella de carbono en comparación con los métodos de construcción tradicionales.

Martín Varela, presidente de Ecosinergia, destaca la adaptabilidad del sistema: “La tendencia en la industria de la construcción es hacia los procesos prefabricados e industriales y la contratendencia es hacia lo ecológico. Este sistema integra esas dos corrientes que, a primera vista, parecen muy distantes, pero que en este caso se amalgaman bien”. Según La Nación, la cooperativa utiliza paja de trigo producida en Canelones y madera de Tacuarembó, adaptando los paneles a las necesidades locales.

El uso de paja de trigo en la construcción no es una idea nueva; tiene al menos 120 años de historia. Sin embargo, los paneles prefabricados, como los desarrollados por Ecosinergia, han ganado popularidad en los últimos 20 años. En Europa, se utilizan para construir edificios de hasta cinco pisos, mientras que en Uruguay, donde se han construido más de 20 viviendas con este sistema, los paneles se adaptan a las condiciones locales.

El artículo de La Nación también resalta la economía del sistema BioFraming. Según un estudio realizado por Joan Romero y Sergio Perandones en colaboración con la Universitat Politècnica de València, una casa construida con paja de trigo demanda un 31% menos de energía en comparación con una construcción convencional. Esto se traduce en un ahorro considerable, con el metro cuadrado de una vivienda de BioFraming costando hasta US$400 menos que una construcción de ladrillo con aislamiento térmico.

La aceptación de estos nuevos métodos constructivos en Uruguay ha sido lenta, pero la tendencia está cambiando. “Las personas están más abiertas a probar otros sistemas constructivos y son más sensibles en cuanto a la eficiencia energética y el cuidado del medioambiente”, afirma Varela. Este cambio de mentalidad refleja un creciente interés en equilibrar los materiales tradicionales con opciones más sostenibles para mitigar el impacto ambiental de la construcción.

En resumen, la paja de trigo está emergiendo como una solución ecológica y económica en la construcción, ofreciendo una alternativa prometedora a los métodos convencionales y marcando el comienzo de una nueva era en la edificación sostenible.