Por Agroempresario.com
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) anunció este viernes la detección de tres casos positivos del insecto vector del Huanglongbing (HLB), una de las enfermedades más destructivas para los cítricos a nivel mundial. Los focos se encontraron en dos plantas urbanas en Villa Ocampo y San Antonio de Obligado, y en una quinta comercial en Malabrigo, todos ubicados en la provincia de Santa Fe.
Según un comunicado del Senasa, estos hallazgos son parte del monitoreo y control llevado a cabo por el Programa Nacional de Prevención del HLB (PnpHLB). "Las detecciones fueron realizadas en el marco de las acciones de vigilancia del programa, y se están tomando medidas urgentes para evitar la dispersión de la enfermedad", indicó el organismo.
El plan de contingencia incluye la creación de círculos concéntricos alrededor de los focos detectados, con radios de 0,5 km, 1 km, 3 km, 6,5 km y 10 km, para monitorear la situación y aplicar medidas preventivas. Además, se ha conformado una mesa de trabajo con el Senasa, el Colegio de Ingenieros Agrónomos, la Municipalidad de Malabrigo, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) y productores citrícolas para coordinar las acciones necesarias.
El Huanglongbing es conocido por su impacto devastador en los cultivos de cítricos, afectando tanto a plantas cítricas como a algunas ornamentales. "Una vez que una planta se infecta con HLB, no existe hasta el momento una alternativa que permita restituir su salud, por lo que la planta muere inevitablemente", resaltó el Senasa en su comunicado.
La enfermedad se propaga principalmente a través del insecto vector Diaphorina citri, un psílido que transmite la bacteria causante del HLB. Este insecto se infecta al alimentarse de plantas enfermas y luego transmite la enfermedad a plantas sanas, provocando su deterioro.
El Programa Nacional de Prevención del HLB, establecido por la ley 26.888, tiene como objetivo proteger la citricultura nacional evitando la introducción y propagación del HLB en todo el país. La colaboración entre las autoridades y los productores es crucial para contener y controlar la enfermedad, garantizando así la sostenibilidad de la citricultura argentina.