¿Qué se está haciendo para combatir la polilla del álamo?

Leucopterasinuella o polilla del álamo es una especie de plaga, minadora de hojas, detectada en Chile en 2015 en cortinas forestales de salicáceas. En 2021 fue detectada en Argentina, sobre álamos de la provincia de Mendoza y en 2023, en la provincia de Neuquén. La presencia del insecto representa una amenaza para la producción de frutales que se encuentren cerca de cortinas de álamos y sauces, debido a que sus larvas afectan a los cultivos y ocasionan rechazos en las exportaciones de fruta fresca.

Es un hecho. La especie tiene un alto potencial de dispersión por factores antrópicos y naturales y su incidencia también afecta a otros cultivos como los manzanos y perales. El tema preocupa porque su presencia, aunque sea ocasional, afecta la comercialización por considerarse una especie cuarentenaria en algunos países de destino.

Las larvas afectan a los cultivos y ocasionan rechazos en las exportaciones de fruta fresca.

Durante el mes de agosto, técnicos de la subsecretaría de Producción visitaron la localidad de Chos Malal, para realizar un relevamiento de incidencia y severidad en diferentes clones de álamos, y evaluar en terrenos distintas estrategias de manejo. Se contempla además un plan de capacitación para trabajadores de viveros forestales y la comunidad en general con el fin de avanzar sobre la prevención de la dispersión de la plaga.

Esta articulación concreta de trabajo y colaboración conjunta conformada por actores del sector público, productivo, comunidades, instituciones académicas, de fiscalización, ciencia y técnica son cruciales para disminuir el impacto de esta y otras plagas de manera sostenible.

La Leucoptera sinuella fue detectada por primera vez en Chile en 2015.

Hablemos de la polilla

De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo de plagas (Sinavimo), las larvas son pequeñas, hasta 7 milímetros de largo, aplanadas y de color blanco-amarillento y se alimentan del tejido interno de las hojas. Por otro lado, la pupa es muy característica, mide unos 3 milímetros de largo, se ubican por fuera de las hojas, grietas de troncos y otros refugios, estando protegidas por un capullo blanco sedoso pequeño.

El adulto de la polilla del álamo es pequeño, de unos 3 a 4 milímetros de largo, con una envergadura alar de 9 a 10 milímetros; es de color blanco brillante con escamas plateadas. El primer par de alas tiene el extremo distal coloreado con 3 franjas anaranjadas y una gran mancha negra en su parte interior. Sus alas son aguzadas y presentan unas franjas características de color naranja en sus extremos. Las antenas son largas cubriendo casi toda la longitud corporal.

Esta polilla se desarrolla como minadora de hojas en árboles preferentemente de la familia Salicaceae, alimentándose del mesofilo de las hojas. Si bien los árboles frutales no son hospederos, sus pupas se ubican en cavidades calicinales y pedicelares de manzano, peras, nectarinas, duraznos y ciruelas, entre otros.

A comienzos de 2023 se confirmó su presencia en la Patagonia argentina.

A cuatro meses de su detección

En este periodo ya el INTA Alto Valle organizo una Jornada Internacional de discusión técnica que reunió a expertos de Chile y Argentina con el fin de delinear un plan de acción que permita el abordaje de la problemática, contemplando el daño potencial, y sus variables ambientales y económicas.

Durante el mes de julio de 2024, la Dirección de Producción Agraria y Sanidad Vegetal de la Provincia de Neuquén, solicitó al Centro Regional Patagonia Norte (CRPN) de Senasa la autorización de principios activos, quienes tramitaron dicha autorización a nivel nacional logrando la rápida respuesta atendiendo a la urgente demanda que la problemática implicaba.

En simultáneo el INTA Alto Valle comenzó el desarrollo de protocolos de evaluación de herramientas de manejo que se propusieron con la colaboración en terreno de la Agencia de Extensión de Chos Malal, y profesionales de la Secretaría de Producción e industria y los viveros provinciales.

LMNeuquen