Por Agroempresario.com
En un contexto de ajuste económico y reformas estructurales, el Ministerio de Economía, bajo la conducción de Luis Caputo, anunció la reducción del Impuesto PAIS y una flexibilización en los plazos de pago de las importaciones. Estas medidas, que buscan aliviar la presión sobre los sectores productivos dependientes de insumos extranjeros, han sido recibidas con una combinación de alivio y escepticismo. Según un análisis publicado por *El Cronista*, la reducción de este impuesto forma parte de un plan más amplio para normalizar el funcionamiento de la economía.
El recorte en la alícuota del Impuesto PAIS del 17,5% al 7,5% tendrá un impacto directo en la recaudación fiscal. De acuerdo con el Instituto de Análisis Fiscal (IARAF), esta medida podría representar una pérdida del 0,13% al 0,18% del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos meses de 2024, lo que equivale a entre el 14% y el 20% del superávit fiscal proyectado para el año.
A pesar de las buenas expectativas que genera el alivio en las importaciones, el *El Cronista* destacó que la medida también abre nuevos desafíos para las reservas del Banco Central (BCRA). Con un aumento estimado de la demanda de dólares oficiales en aproximadamente 1.000 millones de dólares a partir de septiembre, las reservas del BCRA podrían enfrentar mayor presión. Esto se suma a las ya complicadas circunstancias derivadas de la emisión de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL), lanzados en diciembre de 2023.
Hasta el mes de marzo, las reservas netas del Banco Central registraron un déficit de 59.100 millones de dólares, reflejando un incremento de 1.800 millones en solo el primer trimestre del año, debido en parte a los compromisos asumidos por pagos de importaciones.
El jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, al responder a consultas en la Cámara de Diputados, abordó la inquietud sobre el potencial impacto inflacionario de esta flexibilización. Según Francos, “esta medida, junto con otras exenciones impositivas, facilitará una mayor fluidez en las importaciones, lo que incrementará la competencia en el mercado interno y ayudará a presionar los precios a la baja”. Las declaraciones fueron extraídas del artículo de El Cronista.
Desde el Banco Central también defendieron la reducción de los plazos de pago de las importaciones, argumentando que esta medida disminuirá los costos de los productos, lo que contribuirá a moderar los precios al consumidor y evitar presiones inflacionarias adicionales.
No obstante, Francos destacó que la estrategia antiinflacionaria del gobierno no depende exclusivamente de esta flexibilización en las importaciones. “El programa de estabilización macroeconómica lanzado en diciembre de 2023 se basa en la eliminación inmediata del déficit fiscal y del déficit de la balanza de pagos, los cuales son las principales fuentes de emisión monetaria y pérdida de reservas”, subrayó.
Con el horizonte puesto en estabilizar la economía y recuperar la confianza del mercado, el Gobierno se enfrenta al delicado equilibrio de implementar reformas que alivien las presiones inflacionarias y mejoren la competitividad sin comprometer las ya debilitadas reservas del BCRA.
Este análisis, que surge a partir de la publicación de El Cronista, ofrece una visión detallada de los riesgos y oportunidades que traen las recientes medidas económicas impulsadas por el Ministerio de Economía en Argentina.