Por Agroempresario.com
La producción triguera en Argentina atraviesa una situación compleja y dispar, marcada por la falta de precipitaciones en varias regiones, según lo advierte un reciente informe de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Secretaría de Agricultura. Las zonas más afectadas incluyen el centro y oeste de Entre Ríos y Santa Fe, el sur de Córdoba y el norte de La Pampa, donde las reservas hídricas han caído a niveles críticos. “Las reservas muestran valores de sequía en estas áreas”, señala el informe, que monitorea de forma semanal la situación en las principales regiones productivas.
Este año, el trigo cubre 6,7 millones de hectáreas a nivel nacional, lo que representa un incremento de 1,2 millones de hectáreas en comparación con el ciclo anterior, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Sin embargo, las condiciones hídricas deficitarias en provincias como Córdoba y Santiago del Estero están afectando el desarrollo de los cultivos.
En Córdoba, por ejemplo, el panorama es preocupante. Juan Pablo Ioele, asesor de productores, explicó que “el trigo viene sobreviviendo con las lluvias de abril, que empujaron la siembra”. Sin embargo, señaló que la falta de precipitaciones recientes ha comprometido la fase de encañazón, una etapa crítica para el rendimiento del cultivo. “Muchos macollos se reabsorbieron, y el número de espigas es un 30-40% de las potenciales”, advirtió Ioele en declaraciones publicadas en La Nación.
Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires, la situación es algo más favorable. Según el informe de ORA, “las reservas hídricas son adecuadas en amplias regiones de la provincia”, aunque se han comenzado a registrar signos de desecamiento en el oeste bonaerense.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires también reportó mejoras en algunas áreas agrícolas debido a lluvias recientes, especialmente en el centro-este y sur del país. “La condición hídrica mejoró en 4 puntos porcentuales a escala nacional”, indicaron en el informe, aunque advirtieron que las regiones del norte y oeste, excluidas de las precipitaciones, siguen bajo condiciones de humedad cada vez más restrictivas.
En este contexto de disparidades, se prevén rendimientos superiores a los 40 quintales por hectárea en algunas zonas del sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba. En localidades como Pergamino (noreste de Buenos Aires) y Bigand (Santa Fe), las lluvias recientes permitieron reactivar el crecimiento del trigo y completar la fertilización con nitrógeno. “El trigo en Pergamino proyecta un rendimiento de 50 quintales por hectárea”, informaron desde la BCR.
No obstante, la situación sigue siendo delicada en otras áreas productivas, como el centro-sur de Santa Fe, donde la escasez de lluvias ha mantenido a los cultivos en un estado regular.