Australia: la revolución en carne premium y la oportunidad para Argentina

Por Agroempresario.com

Australia ha demostrado una notable capacidad para adaptarse a las demandas globales en la industria de la carne vacuna, destacándose tanto en el mercado tradicional de carne de feedlot como en el emergente sector de carne Premium alimentada a pasto. Este enfoque flexible ha permitido al país de Oceanía mantenerse como líder en un mercado altamente competitivo.

"Australia está aprovechando la creciente demanda de carne vacuna con menor huella de carbono y mayor sostenibilidad," señala una publicación especializada australiana citada en el artículo de Chacra. Este sector emergente se enfoca en el ganado terminado a pasto, a pesar de que el feedlot sigue siendo predominante en la producción de carne en el país.

El mercado global muestra una clara segmentación de preferencias. Mientras que países como Japón, Corea del Sur y China continúan favoreciendo la carne de feedlot por su consistencia y calidad, en Occidente se está viendo un aumento en la demanda de carne de animales alimentados con pasto. Este tipo de carne es valorada no solo por su sabor y textura, sino también por sus beneficios ambientales y de salud. "Los consumidores occidentales buscan carne que tenga una menor huella de carbono y mayores niveles de ácidos grasos omega-3," agrega el artículo de Chacra.

Australia ha desarrollado diversas marcas premium para satisfacer estas demandas, incluyendo programas como Never Ever de Greenham y la gama de carne alimentada a pasto Woolworths Macro. Estos programas destacan por su enfoque en la sostenibilidad y la calidad, adaptándose a las preferencias de un segmento de consumidores cada vez más consciente del medio ambiente.

Para Argentina, que enfrenta un entorno económico y regulatorio desafiante, la experiencia australiana ofrece valiosas lecciones. El país sudamericano posee el potencial para desarrollar un modelo similar, pero necesita mejorar su macroeconomía y reducir las barreras para el sector privado. "Argentina podría beneficiarse enormemente al adoptar un enfoque más flexible y adaptado a las preferencias internacionales en la producción de carne," concluye el artículo de Chacra.

Al seguir el ejemplo australiano, Argentina podría diversificar sus exportaciones y fortalecer su posición en el mercado global de carne vacuna, maximizando sus oportunidades y adaptándose a las nuevas tendencias de consumo.