Amadeo Derito: "Lo que más disfruto son las relaciones humanas"

Por Agroempresario.com

Amadeo Derito, vicepresidente de la Asociación Argentina de Angus, combina su pasión por el campo con la exitosa expansión de su empresa familiar. A través de una visión emprendedora, Derito creó una empresa agropecuaria que hoy maneja 23.000 hectáreas en San Luis, La Pampa y Buenos Aires, mientras continuaba desarrollando Ansal Refrigeración, el negocio familiar. Con raíces en la ganadería y la agricultura, su enfoque no solo se centra en el éxito económico, sino también en el crecimiento personal y profesional de quienes lo acompañan en su proyecto

“¿Y si mejor compramos un campo y empezamos con la producción agropecuaria?”. Esta fue la inesperada propuesta que Amadeo Derito le hizo a su padre, Roberto, mientras navegaban por el delta de Tigre. En ese momento, ambos estaban dedicados de lleno a Ansal Refrigeración, una empresa familiar que habían hecho crecer juntos, pero el sueño de trabajar en el campo nunca había abandonado a Amadeo. 

En diálogo con LA NACION, durante la Semana Angus organizada por Expoagro, Derito compartió la historia detrás de su empresa agropecuaria, que hoy maneja 23.000 hectáreas distribuidas entre San Luis, La Pampa y Buenos Aires. Criador de Angus y actual vicepresidente de la Asociación Argentina de Angus, Derito recordó con una sonrisa: “Así, jugando y jugando, creamos dos empresas”. Esta frase, si bien refleja el entusiasmo con el que enfrentaron el desafío, no oculta el esfuerzo y la dedicación detrás de sus logros.

Ingeniero industrial y técnico mecánico, Amadeo siempre tuvo una conexión con el campo, una herencia familiar que viene de su abuela, quien criaba vacas, y de su abuelo, dedicado a la siembra. Aunque su padre había seguido otro camino con el negocio de repuestos de heladeras y compresores, Amadeo nunca dejó de soñar con volver al ámbito rural. 

En 1983, su oportunidad finalmente llegó cuando su padre le ofreció invertir las ganancias de la empresa familiar en una propiedad. Mientras Roberto Derito proponía comprar una isla en Tigre, Amadeo sugirió apostar por un campo en Navarro, y así comenzó su aventura en la agroindustria. Al poco tiempo, se adentra en la ganadería y la agricultura, y fue gracias a su amigo Noel Werthein que se inició en la genética con la compra de vaquillonas puras controladas, fundando la cabaña La Ñata.

La expansión de ambas empresas fue en paralelo. Mientras Ansal Refrigeración crecía en el sector de repuestos y equipos de aire acondicionado y calefacción, Derito volcaba las ganancias en la compra de campos. Hoy, la empresa agropecuaria emplea a 50 personas, gestiona un ciclo completo de producción ganadera y lleva adelante tres remates anuales de Angus. Además, en Navarro, manejan un tambo con 220 vacas que producen hasta 6000 litros de leche diarios.

A pesar de su éxito, Amadeo destaca que lo que más lo motiva no son los logros económicos, sino el desarrollo personal de quienes trabajan junto a él. “Lo que más disfruto son las relaciones humanas. Ver cómo la gente que trabaja conmigo progresa, estudia, compra su auto o su casa me llena de satisfacción”, concluyó, reafirmando su visión del éxito basado en el crecimiento mutuo y la colaboración.