Germán Martitegui: de la carne a la conciencia verde en el gourmet argentino

Por Agroempresario.com

En una reciente entrevista publicada en La Nación, Germán Martitegui comparte su visión sobre la gastronomía y la sostenibilidad, destacando su evolución personal y profesional. “Mi proyecto fundamental es pensar en un mundo sostenible, en una comida que no enferme al planeta ni a la gente”, afirma Martitegui, quien ha decidido abandonar la proteína animal tanto en su dieta como en su cocina.

La conversación comienza en el elegante edificio que alberga su restaurante Martí Barra, el cual pronto se transformará en Martí Casa. Con la ambición de integrar diversos espacios en un solo lugar, el chef asegura que este nuevo proyecto permitirá mostrar su visión sobre la gastronomía y la cultura argentina.

A medida que avanza la charla, Martitegui reflexiona sobre cómo su paternidad influyó en su decisión de cambiar su estilo de vida. “Cuando pensás que tenés que dejar el planeta a la generación que te sigue, ahí empiezas a replantearte qué estás haciendo”, comenta. Este cambio, aunque desafiante, le ha permitido redescubrir la cocina, aprendiendo a trabajar con ingredientes vegetales y nuevas técnicas.

La respuesta del público ha sido variada. “Hay gente que directamente no viene a comer si no hay carne”, dice, reconociendo la polarización en torno a su elección. Sin embargo, se muestra optimista sobre la calidad de su oferta culinaria: “Una vez que pasan por esa puerta, son míos”.

Su programa Proyecto Tierras, que recientemente ganó un Martín Fierro, refleja su deseo de visibilizar la riqueza cultural y productiva de Argentina. “Es un milagro que un programa con esta temática esté en la televisión abierta”, sostiene, destacando el impacto positivo que ha tenido en la audiencia.

Martitegui también menciona su enfoque hacia la producción animal, reconociendo la complejidad de esta decisión en un país como Argentina, conocido por su cultura del asado. “No puedo tener un proyecto que se llama Tierras y borrar la proteína animal de la Argentina”, aclara, mostrando su intención de abordar la gastronomía desde un ángulo más sostenible sin ignorar la realidad del país.

En el horizonte, Marti Casa promete ser un espacio que combina su amor por la comida con su compromiso con la sostenibilidad. “Quizás haya un espacio dedicado a Tierras, con comida o sin comida”, anticipa, lo que muestra su deseo de seguir educando y creando conciencia.

La transición de Germán Martitegui hacia una cocina más consciente refleja no solo un cambio personal, sino también una respuesta a los desafíos ambientales que enfrenta el mundo. Su historia es un testimonio de cómo la gastronomía puede ser un vehículo para la transformación social y ambiental en Argentina.