Por Agroempresario.com
Los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) han presentado su cuarto informe sobre la red de monitoreo de la chicharrita, plaga que en el último año afectó gravemente la producción de maíz en Argentina. El análisis, realizado entre el 4 y el 18 de septiembre, abarcó 426 localidades en diversas regiones del país, incluyendo el NOA, NEA, Litoral, centro-norte y centro-sur, así como algunas localidades en Uruguay.
Una de las principales conclusiones del informe es la notable disminución en la captura de adultos de Dalbulus maidis, especialmente en las regiones del NOA y NEA. Este hallazgo es considerado un indicador positivo para la próxima siembra del cereal, ya que una menor presencia de la plaga podría favorecer el desarrollo del maíz.
El informe también destaca que las condiciones climáticas recientes, caracterizadas por oscilaciones térmicas y sequías, han afectado la sobrevivencia de los adultos de D. maidis. En este contexto, se observa que los adultos invernales de la plaga están al final de su ciclo de vida, lo que podría continuar favoreciendo la reducción de su población, siempre que no encuentren refugio ni alimento en cultivos de maíz.
No obstante, el informe emite una alerta sobre la proliferación de maíces guachos, que pueden servir como fuente de alimento para la plaga. Estas plantas, al ser una posible fuente de nutrición, pueden permitir que los ejemplares sobrevivientes de D. maidis se reproduzcan, lo que llevaría a un aumento en su población.
Ante esta situación, los expertos de CREA han recomendado intensificar el monitoreo de las áreas donde se cultivará maíz, especialmente en las etapas iniciales, que son las más vulnerables a los daños causados por los patógenos que provocan el achaparramiento del cultivo. Asimismo, se aconseja la eliminación y control de maíces voluntarios, para evitar que estos se conviertan en refugios para la plaga.
La Red Nacional de Trampas de Monitoreo de la chicharrita del maíz, impulsada por varias organizaciones del sector agrícola, juega un papel fundamental en este monitoreo. Esta iniciativa es una colaboración entre entidades como la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (Aappce), la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), entre otros, y está bajo la dirección del Centro de Bioinvestigaciones de la UNNOBA - CICBA (Conicet).
El seguimiento continuo y las acciones preventivas son esenciales para asegurar la salud de los cultivos y minimizar el impacto de la chicharrita en la producción de maíz en Argentina.