Por Agroempresario.com
La cosecha de granos para la campaña 2024/2025 en Argentina se presenta con un panorama positivo, estimándose un volumen de 143,2 millones de toneladas, lo que implica un aumento del 9,3% en comparación con la campaña 2023/2024. Este crecimiento, sin duda, es alentador para el gobierno de Javier Milei, que busca estabilizar la economía del país mediante la llegada de dólares a través de las exportaciones.
Según los cálculos realizados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se proyecta que el ingreso por exportaciones de granos y subproductos ascenderá a US$35.500 millones, lo que representa una mejora del 15,2%. Sin embargo, es crucial mencionar que estas proyecciones están basadas en un escenario de clima normal. En caso de un déficit hídrico, la producción podría descender a 128,8 millones de toneladas, un 2% menos que el ciclo anterior.
El principal motor de esta proyección positiva es la soja, que se espera que cubra 17,7 millones de hectáreas, un 8% más que el año pasado, con una producción que se ubicaría entre 52 y 53 millones de toneladas. En contraposición, el maíz enfrentará una reducción del 21% en su área sembrada debido a plagas y condiciones climáticas adversas, alcanzando una producción de 52 millones de toneladas.
A pesar de estos augurios, la BCR advierte sobre el déficit de humedad en los suelos, que se agrava con cada día sin lluvia. Este déficit puede afectar no solo el desarrollo de los cultivos de invierno, sino también las decisiones que se tomen respecto a la próxima campaña gruesa. La incertidumbre climática hace que el ejercicio de proyectar la producción sea un desafío constante, aunque vital para la planificación económica del sector.
En el rubro de cereales, el trigo se posiciona favorablemente, con un incremento del 21% en la superficie sembrada, alcanzando 6,7 millones de hectáreas y una proyección de cosecha de 20,4 millones de toneladas, lo que representa un notable crecimiento del 40,5%. Por su parte, la cebada, cultivada en 1,5 millones de hectáreas, contribuirá con 5,2 millones de toneladas.
Con un clima favorable, se estima que quedarán 101,5 millones de toneladas de granos y subproductos para exportación, un 15,2% más que en el ciclo anterior. Sin embargo, si las condiciones climáticas no mejoran, el valor de exportación se situaría en US$32.600 millones, aún un 6% superior a los registros de 2024, pero muy por detrás de los niveles alcanzados durante el auge de precios agrícolas en el contexto de la guerra Rusia-Ucrania.
En conclusión, aunque las expectativas para la cosecha 2024/2025 son alentadoras, el sector agropecuario argentino se enfrenta a desafíos significativos que podrían afectar su desempeño y su contribución a la economía nacional. Las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán clave para determinar el rumbo de esta nueva campaña agrícola.