Por Agroempresario.com
El frente de las divisas se presenta como el principal desafío para la sostenibilidad del plan de Luis Caputo, en un contexto donde el Banco Central de la República Argentina (BCRA) busca desesperadamente oxígeno financiero. Según un reciente informe de Ámbito, las tenencias internacionales brutas del BCRA han experimentado un crecimiento de u$s1.488 millones en las últimas jornadas, aunque las reservas netas siguen siendo negativas en más de u$s5.000 millones.
A medida que el BCRA se enfrenta a la presión de cumplir con las metas de acumulación de reservas pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el aumento en la compra de dólares en el mercado oficial, que alcanzó los u$s191 millones en una jornada reciente, ha suscitado especulaciones en la City. La estrategia parece estar vinculada a un intento por reducir la brecha que lo separa de alcanzar el objetivo de acumulación de u$s8.700 millones desde diciembre pasado.
La situación se complica por el hecho de que, aunque el blanqueo de capitales ha traído consigo un incremento de los depósitos en dólares, muchos bancos han optado por mantener esos fondos en sus sucursales en lugar de enviarlos al BCRA. Este fenómeno ha resultado en que los encajes —la porción mínima de efectivo que las entidades deben mantener inmovilizada— apenas se hayan movido en el periodo reciente. La falta de un claro camino respecto del cepo cambiario ha generado dudas sobre la sostenibilidad del esquema.
Desde mediados de agosto, la entrada de dinero no declarado al plan de regularización de capitales se ha acelerado, impulsando un aumento de más de u$s7.000 millones en depósitos en dólares. Sin embargo, los efectos de estos ingresos no se han reflejado en las arcas del BCRA, que desde el 15 de agosto hasta el día de hoy han perdido u$s71 millones en reservas brutas.
El BCRA ha retomado las ventas de dólares tras la compra, lo que indica que la situación sigue siendo precaria. Las proyecciones sugieren que, si no se logran avances significativos en la acumulación de reservas en las próximas semanas, se deberá solicitar un waiver al FMI, lo que podría comprometer futuros desembolsos.
A medida que se acerca el cierre del tercer trimestre, la presión sobre el BCRA para cumplir con las metas acordadas se intensifica. Mientras tanto, la recuperación de los encajes y la activación del crédito en dólares al sector privado podrían ofrecer una luz de esperanza en este complejo panorama, pero los desafíos siguen siendo significativos.
El contexto actual exige que el BCRA actúe con rapidez y estrategia, no solo para estabilizar el mercado cambiario, sino también para cumplir con los compromisos internacionales que podrían definir el futuro financiero del país.