Importaciones de carne porcina en aumento

Por Agroempresario.com

En los últimos meses, Argentina ha sido testigo de un aumento del 447% en las importaciones de carne y menudencias porcinas, según un reciente informe de la consultora JLU. En septiembre, se importaron 2206 toneladas, comparado con las 956 toneladas de agosto y apenas 403 toneladas en julio. Este fenómeno se explica, en gran parte, por la llegada de bondiola de Brasil, un corte muy consumido en el mercado local, pero considerado un producto de "descarte" en el país vecino.

Con un dólar barato, importar se ha vuelto más conveniente, lo que ha despertado el interés de importadores que no operaban desde hace años. Juan Ucelli, especialista de la consultora, destacó que "el aumento del cerdo en el mercado interno, junto con un dólar bajo en la transformación, hace más atractivo importar de Brasil". Ucelli agregó que el precio mayorista de la bondiola en Argentina se sitúa en $5800, mientras que el costo de la misma importada oscila entre $3800 y $4200. Este contexto ha generado preocupaciones entre los pequeños productores que enfrentan una competencia desleal.

Aunque algunos en el sector consideran que esta tendencia podría estabilizar el mercado, hay un consenso sobre el impacto que puede tener en los pequeños productores, quienes luchan por mantener su viabilidad económica. Ucelli enfatizó que "los productores deben competir contra lo que viene del exterior, ya que esto puede generar presión de oferta en el mercado, lo que podría traducirse en presión a la baja en la compra de cerdo local".

En un panorama ya complicado, Agustín Seijas, de la Federación Porcina Argentina, advirtió que "los pequeños productores enfrentan mayores costos de insumos, pagando hasta un 15% más por el maíz y un 35% más en sanidad en comparación con los grandes productores". Esta situación ha llevado a que muchos de ellos abandonen el sector. Ucelli indicó que en los últimos seis años, la cantidad de productores porcinos en Argentina disminuyó casi un 60%, lo que refleja una creciente concentración en la producción.

A pesar de las adversidades, hay un resquicio de esperanza en el sector, ya que la producción total ha aumentado de 704.000 a 1.004.000 toneladas en el mismo período, un indicador de eficiencia que ha sido cultivado por años de innovación y mejora continua. Seijas concluyó que "si bien hoy no hay razones para alarmarse, es esencial observar con atención el equilibrio de un sector productivo que se está recuperando de un primer semestre atípico y complicado".

Este análisis se enmarca en una nota publicada por La Nación, que detalla las dinámicas y preocupaciones actuales en el sector porcino argentino. En este contexto de cambios y desafíos, la pregunta sobre el futuro del sector porcino argentino y el bienestar de sus productores se vuelve cada vez más relevante. El equilibrio entre importaciones y producción local será clave para asegurar la estabilidad del mercado interno y la supervivencia de pequeños productores en un entorno cada vez más competitivo.