Aquí nueve opciones.
¿Alguna vez has visitado uno de esos sitios de tu “lista de destinos para conocer antes morir”, por ejemplo, la Torre Eiffel de París o el Parque Nacional de Yellowstone de Estados Unidos, y te has encontrado con que un millón de viajeros tuvo la misma idea el mismo día?
Cerca de Ciudad del Cabo, las regiones vitivinícolas sudafricanas de Stellenbosch y Swartland, al igual que el valle de Napa en California, gozan de un clima mediterráneo y están inundadas de hileras de viñas.
Entre montañas espectaculares y colinas onduladas, los visitantes encuentran bodegas que producen shiraz, chenin blanc y pinot noir. En Franschhoek, los tranvías del vino al aire libre ofrecen un servicio de transporte entre las salas de cata. También puedes decantar por Babylonstoren, una granja con viñedos, jardines ornamentales y lujosas suites.
En Colorado, los 1200 kilómetros de la ruta Historic Hot Springs Loop, en las Montañas Rocosas, conducen a paisajes volcánicos y fuentes termales similares a los de Islandia (donde se encuentra la laguna azul, favorita de las redes sociales).
Los pueblos indígenas Ute y Arapaho llevan mucho tiempo bañándose en las piscinas minerales de Colorado por sus conocidos poderes reconstituyentes. Los amantes del bienestar contemporáneo pueden darse un baño de vapor en hoteles balneario como Mount Princeton Hot Springs Resort y Pagosa Hot Springs o en parajes naturales como Nathan's Hippy Dip Hot Spring.
Antes de la pandemia de COVID, las monumentales ruinas de los templos camboyanos de Angkor Wat, del siglo XII, recibían más de seis millones de turistas al año.
Pero puedes visitar los restos menos conocidos de otra civilización desaparecida en el templo de Borobudur, en la isla indonesia de Java.
Construido en el siglo VIII como lugar sagrado budista, consta de una gran estupa de tres niveles (construida con dos millones de piedras) rodeada de 72 santuarios más pequeños en forma de campana. ¿La mejor hora para visitarlo? Al amanecer o al atardecer, cuando las piedras se tiñen de naranja y rosa sobre las montañas circundantes.
Las auroras boreales de los países escandinavos atraen a las multitudes, pero para ver las auroras australes, más sutiles, hay que ir a Tasmania, el estado más meridional de Australia.
Viaja en invierno (junio-agosto) para tener más posibilidades de avistar el fenómeno luminoso entre los diversos ecosistemas de la isla, desde bosques pluviales templados hasta cordilleras nevadas. Dirígete a un parque nacional como Cradle Mountain-Lake St. Clair o Tasman National Park, donde los cielos oscuros favorecen la observación de auroras y estrellas.
Los acantilados boscosos de esquisto y arenisca del Parque Estatal de Letchworth, al oeste de Nueva York, se elevan hasta 182 metros sobre las orillas del río Genesee, lo que ha dado a la zona el sobrenombre de "Gran Cañón del Este".
El desfiladero atrae a cerca de un millón de visitantes al año al estrecho parque de 5800 hectáreas. (El Gran Cañón recibió 4.5 millones de turistas en 2023).
Letchworth cuenta con 50 cascadas y más de 100 kilómetros de senderos, incluido el popular Gorge Trail de 11 kilómetros y un Autism Nature Trail de 1.5 kilómetros, el primero de este tipo en Estados Unidos. Pase la noche en el Glen Iris Inn, con habitaciones en una mansión del siglo XIX, o en uno de los 81 campings repartidos por el parque.
Grand Manan es una isla de Nuevo Brunswick situada en la bahía de Fundy que presume de faros, pueblos pintorescos y rollos de langosta, sin las aglomeraciones veraniegas del vecino Maine.
Grand Manan, a la que se llega en un ferry de 90 minutos desde Blacks Harbor, tiene un patrimonio cultural que incluye al pueblo Passamaquoddy, a los comerciantes franceses del siglo XIX y a los leales británicos que huían de la Revolución Americana.
En la actualidad, la serena isla es popular para practicar senderismo costero, piragüismo y avistamiento de ballenas, delfines y 360 especies de aves, como frailecillos, somormujos y currucas.
En el estado indio de Agra, hasta ocho millones de personas al año visitan el Taj Mahal, el gran mausoleo de mármol de 1631 que el emperador mogol Shah Jahan encargó para su amada esposa, que murió joven.
A unas seis horas en coche hacia el sur, Bibi Ka Maqbara es otra tumba abovedada de mármol, construida tres décadas más tarde por el hijo de Jahan, que también enviudó pronto. Apodada "el Taj de los pobres" por su menor tamaño y materiales de construcción más humildes (piedra y yeso), Bibi sigue impresionando por su charbagh (jardín mogol que representa el paraíso), sus estanques reflectantes y su mezquita cerrada.
¿Parecido a Croacia? Montenegro
La costa dálmata de Croacia es mundialmente famosa por su bello litoral y su arquitectura histórica. También es famosa por las hordas veraniegas, razón por la que los europeos más avispados acaban en Montenegro, al lado.
El litoral adriático del pequeño país está salpicado de pintorescas ciudades medievales y complejos turísticos de playa. Entre los pueblos más encantadores se encuentran Budva y Kotor, con sus tejados de tejas naranjas, sus callejuelas serpenteantes y sus iglesias milenarias.
Similar al Lago Como: Lago de Atitlán, Guatemala
El lago de Atitlán, en Guatemala, se encuentra en una enorme caldera volcánica que se formó hace 84 000 años. Está bordeado por pequeños pueblos de habla maya y dominado por las escarpas de tres volcanes (uno aún activo).
Los viajeros suben por senderos hasta los picos volcánicos, navegan en kayak o exploran pueblos lacustres en taxi acuático. Las mejores paradas son San Marcos, con su ambiente hippie, sus estudios de yoga y sus restaurantes probióticos, o Santa Catarina Palopó, con sus coloridos murales basados en los diseños de las tradicionales blusas huipiles tejidas por las mujeres locales.
National Geographic