Un mundo fragmentado: los desafíos comerciales de Argentina ante su nueva alineación política

Por Agroempresario.com

Argentina se enfrenta a un escenario geopolítico cada vez más complejo, y su estrategia de inserción internacional es más crucial que nunca. Según destacó el director del Comité de Asuntos Agrarios del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), Martín Piñeiro, en el evento "Argentina Visión 2040", el país necesita una política exterior “muy inteligente” para afrontar los nuevos desafíos del comercio mundial. Esta declaración fue parte de su disertación en el encuentro organizado por ADBlick Agro, Argensun Foods, el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral y la firma Lartirigoyen, tal como informó La Nación en su cobertura del evento.

Piñeiro subrayó que el gobierno de Javier Milei ha tomado una clara postura de alineación con Occidente, particularmente con Estados Unidos e Israel. Sin embargo, este posicionamiento podría generar problemas con importantes clientes en Asia y el norte de África, regiones que ya han estrechado sus vínculos con el bloque liderado por China. “Nuestra alineación no va a ser solo en papel, va a ser una alineación con Occidente real”, afirmó Piñeiro, en declaraciones tomadas del artículo publicado en La Nación.

El experto explicó que América Latina es actualmente la única región que sigue creciendo como exportadora neta de productos agroindustriales, mientras que Asia Oriental, incluyendo a China, muestra una caída. “América Latina está alimentando a Asia Oriental y, en el futuro, seguramente a India”, añadió. En este contexto, destacó que el comercio agropecuario argentino depende en gran medida de estos mercados asiáticos, lo que requiere una estrategia internacional flexible para sortear las tensiones geopolíticas actuales.

En su análisis, Piñeiro alertó sobre la creciente fragmentación del comercio mundial, influida por las tensiones entre dos grandes polos: Occidente y el bloque compuesto por Rusia, China e Irán. Esto ha generado una serie de frentes bélicos y dificultades para el comercio marítimo, fundamental para el sector agroindustrial. “Las fluctuaciones de precios de los últimos dos años son consecuencia directa de esta fragmentación”, aseguró el experto, refiriéndose nuevamente a datos recogidos por La Nación.

El especialista también advirtió sobre la concentración de las exportaciones argentinas: seis productos representan más del 60% de las exportaciones totales del país y el mismo porcentaje de estas ventas está destinado a solo 10 mercados. Esta falta de diversificación, que antes era una debilidad, hoy representa un riesgo geopolítico aún mayor. Según Piñeiro, “la diversificación es un elemento central para la seguridad comercial”.

Finalmente, el director del CARI subrayó que, con el 60% del comercio argentino basado en productos agropecuarios, es vital repensar a quién se le venderán dichos productos. Recordó que, a diferencia de otros sectores, la demanda global de alimentos está asegurada: “No hay sustitutos para los alimentos. La producción de alimentos tiene que seguir en el futuro, cualquiera sean los cambios tecnológicos, políticos o económicos que ocurran”.

El panorama que describió Piñeiro es claro: en un mundo cada vez más dividido y conflictivo, Argentina deberá tener una estrategia comercial cuidadosamente diseñada para evitar ser víctima de las fluctuaciones y tensiones internacionales.