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Por Agroempresario.com
La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) ha emitido una grave alerta en el sector agrícola argentino al confirmar el primer caso de "mancha marrón" (Septoria glycines) resistente a todas las estrobirulinas disponibles en el mercado. Este hallazgo, realizado por especialistas de la Cátedra de Fitopatología de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), marca un punto crítico en la lucha contra enfermedades agrícolas, especialmente en cultivos de soja.
Durante la campaña 2023/24, se detectó la enfermedad en el 89% de los departamentos analizados por la Red de Manejo de Plagas de Aapresid, lo que evidencia su alta prevalencia en el país. Aapresid subraya la necesidad de adoptar estrategias preventivas y de monitoreo, ya que la aparición de esta mutación agrava el manejo agronómico de cultivos esenciales, como la soja.
Un 35% de los productores encuestados identificó la mancha marrón como la principal amenaza para sus cultivos. La dependencia del control químico ha prevalecido como la estrategia más común; sin embargo, Aapresid enfatiza que el descubrimiento de esta mutación exige un enfoque más integral en la gestión de enfermedades.
Con el aumento de casos de resistencia en malezas y plagas, la producción agrícola argentina enfrenta nuevos desafíos que demandan atención inmediata. Aapresid insta a los productores a implementar estrategias anti-resistencia desde el inicio de la campaña, incluyendo el tratamiento eficiente de semillas, el uso de genotipos tolerantes y la rotación de cultivos.
La "mancha marrón" se manifiesta principalmente al final del ciclo de la soja, aunque puede aparecer en cualquier etapa del cultivo. Las hojas afectadas presentan manchas marrones irregulares que, con el tiempo, se unen, cubriendo grandes áreas y causando defoliación, especialmente en las partes inferiores de la planta. Las condiciones climáticas, como temperaturas medias superiores a 21°C y alta humedad, son factores predisponentes para la aparición de Septoria glycines.
Según las encuestas de Aapresid, los productores suelen utilizar mezclas de triazoles y estrobilurinas para controlar las enfermedades en soja. Sin embargo, el uso sostenido de estrobilurinas ha generado preocupación por la presión de selección de resistencia que ejerce sobre el patógeno.
Para mitigar el riesgo de infección, Aapresid recomienda aplicar dosis adecuadas de fungicidas, rotar activos y utilizar fungicidas multisitios. Además, en etapas avanzadas del cultivo, es crucial un monitoreo constante para detectar posibles fallas de control.
La gestión del suelo es fundamental, ya que el patógeno sobrevive en los rastrojos de soja. Ajustar el arreglo espacial del cultivo también puede ser beneficioso, ya que reducir los espacios entre surcos ayuda a evitar que las lluvias salpiquen las hojas infectadas.
A medida que la situación se torna más crítica, Aapresid enfatiza la importancia de la investigación continua y el desarrollo de nuevas estrategias de manejo integrado. La colaboración y educación sobre el manejo de la mancha marrón son fundamentales para garantizar la sostenibilidad de la producción de soja en Argentina.
El descubrimiento de la mancha marrón resistente a fungicidas es una llamada de atención para el sector agrícola argentino. Los productores deben adoptar un enfoque proactivo, incorporando inductores de defensa y criterios científicos en la aplicación de tratamientos. La sostenibilidad de la producción de soja en Argentina depende de la acción colectiva y el compromiso con la innovación en el manejo de enfermedades.
