Argentina registra superávit fiscal: un balance entre ajustes y crecimiento de ingresos

Por Agroempresario.com

En septiembre, el Gobierno de Argentina logró un superávit primario de $ 816.477 millones, mientras que el superávit financiero alcanzó los $ 466.631 millones, luego de un pago neto de intereses de deuda pública intra sector público de $ 349.816 millones. Este resultado marca el noveno mes consecutivo de superávit y es un reflejo de la política de ajuste fiscal implementada por la administración de Javier Milei. Según destaca Lucrecia Eterovich en El Cronista, “el resultado respondió al fuerte recorte sostenido del gasto, que compensó la moderada suba de los ingresos”.

Hasta ahora, el Sector Público Nacional ha acumulado en los primeros nueve meses del año un superávit financiero equivalente al 0,4% del PBI y un primario del 1,7%. “Este resultado primario es consistente con el sendero de gasto considerado sostenible, y se genera en ingresos que respondieron a situaciones puntuales como los recursos obtenidos a partir del Régimen de Especial de Ingreso sobre el Impuesto a los Bienes Personales (REIBP)”, señalaron fuentes del Gobierno.

Luis Caputo, ministro de Economía, enfatizó en el Coloquio de Idea que “Argentina no se puede dar el lujo de perder el orden fiscal, porque es un país que no tiene credibilidad”. En este sentido, el asesor del ministro, Felipe Núñez, destacó que “es la primera vez que se logra esto sin estar en default”.

Sin embargo, a pesar de la mejora en los números fiscales, los ingresos totales en septiembre se situaron en $ 9.114.215 millones, lo que representa un incremento del 197,3% interanual, pero inferior a la inflación del mismo periodo, que fue del 209%. La recaudación tributaria, aunque aumentó, mostró un crecimiento por debajo de la inflación en varios rubros, lo que indica una caída real en términos de recaudación. 

El presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadin Argañaraz, explicó que “los ingresos totales tuvieron una variación real negativa del 8%”. Este panorama sugiere que, a pesar del crecimiento nominal, la capacidad de recaudación real del Estado se ve comprometida por la inflación.

El recorte en el gasto público fue significativo, con una baja interanual real del 25% en septiembre, lo que se traduce en una reducción del 30% interanual en el gasto primario. “El superávit se alcanzó con una reducción en el gasto primario, lo que permite devolver al sector privado los recursos que antes iban a financiar al Estado”, destacó Martín Vauthier, asesor del Ministerio de Economía.

A pesar de la contracción del gasto, las prestaciones de la Seguridad Social, que representan una porción considerable del gasto total, mostraron un incremento del 174,2% interanual, aunque también por debajo de la inflación. 

El ajuste fiscal realizado hasta ahora se estima que es equivalente a 3 puntos del PBI. Sin embargo, persiste la preocupación por cómo estos recortes afectarán la actividad económica a largo plazo y la capacidad del Estado para financiar servicios esenciales en un contexto de creciente presión inflacionaria y demanda social.

Con este balance fiscal, el Gobierno enfrenta el desafío de mantener el orden fiscal mientras navega un entorno económico complicado, donde la caída real de la recaudación y el ajuste del gasto podrían tener repercusiones significativas en la estabilidad económica del país.