Por Agroempresario.com
En una reciente entrevista con La Nación, los arquitectos brasileños Pedro Lira y Manoela Machado, socios fundadores de Natureza Urbana, compartieron su enfoque sobre la intersección entre la arquitectura y la regeneración ambiental. Durante su visita a Buenos Aires, como parte del programa de conferencias "Nueva Bauhaus Europea" de la Bienal de Arquitectura y Diseño, ambos profesionales discutieron su compromiso con la naturaleza y su visión sobre cómo debería evolucionar la práctica arquitectónica en Brasil y el mundo.
“Cuando trabajamos un proyecto urbano, intentamos ir al origen del espacio e incorporar la vegetación que tenía ese ecosistema antes de que hubiera una ciudad”, afirmaron Lira y Machado. Un ejemplo de su enfoque es la renaturalización de un igarapé (pequeño río que corre entre islas y sube y baja con la marea) que había sido encauzado, proponiendo devolverle su ciclo natural al suavizar sus bordes.
En su labor, enfatizan la importancia de considerar el impacto social de sus proyectos. “No miramos de una forma tan estricta solo a quiénes son los clientes o quiénes podrán pagar por el uso de algo. Cuando trabajamos en territorio con Parques Nacionales, por ejemplo, no podemos pensar solo en los clientes que van a pagar la entrada y visitar el parque, también hay que considerar a las comunidades del entorno, ¿cómo se pueden beneficiar?”, planteó Lira. En su proyecto para el Parque Iguazú, por ejemplo, propusieron destinar un porcentaje de los ingresos a proyectos socioambientales en la comunidad.
La arquitectura, según Lira y Machado, debería ser un diálogo con el entorno. “Es común que los arquitectos quieran que su trabajo sea lo más potente posible: llegar y poner el edificio de una manera sin considerar lo que existe en el lugar. Intentamos que la relación sea más equilibrada, sutil”, señalaron. Este enfoque es clave para generar un espacio público más amigable y conectado, como lo demostraron en su proyecto de revitalización del Parque Urbano de São Luís, que buscó transformar un área de tráfico excesivo y criminalidad en un lugar de encuentro cultural y recreativo.
Ambos arquitectos subrayan la necesidad de un cambio en la educación y la práctica de la arquitectura. “Idealmente, la enseñanza y la producción deberían ser más interdisciplinarias”, opina Lira, sugiriendo que la formación actual a menudo limita a los estudiantes a enfocarse en proyectos más convencionales. “La Universidad podría, antes de empezar a enseñar a dibujar arquitectura, enseñar cómo mirar, cómo tendría que ser tu mirada antes de empezar”, agregó Machado.
Natureza Urbana no solo se enfoca en proyectos de gran envergadura, sino que también aboga por iniciativas a pequeña escala que pueden generar un impacto significativo. En este sentido, han trabajado en diversas comunidades locales, impulsando la creación de jardines comunitarios y espacios verdes que promueven la participación ciudadana. “Creemos que incluso un pequeño jardín puede transformar la vida de un barrio, crear un sentido de pertenencia y mejorar la calidad del aire”, comentó Lira. Esta visión de lo cotidiano y lo comunitario se integra a su enfoque, promoviendo una arquitectura que no solo busca la estética, sino también el bienestar de las personas.
Otro aspecto clave en la filosofía de Natureza Urbana es el uso de materiales sostenibles y técnicas de construcción que respeten el medio ambiente. “La elección de los materiales es fundamental para disminuir nuestra huella ecológica”, señalaron. En sus proyectos, priorizan el uso de madera certificada, materiales reciclados y técnicas de construcción que minimizan el desperdicio. Esta visión no solo contribuye a la sostenibilidad del proyecto en sí, sino que también educa a las comunidades sobre la importancia de la construcción responsable.
La pandemia ha cambiado la forma en que las personas se relacionan con sus entornos urbanos, destacando la necesidad de espacios que fomenten el bienestar mental y emocional. “La gente ha empezado a valorar más los espacios al aire libre, y esto nos motiva a diseñar lugares que no solo sean funcionales, sino que también sean lugares donde las personas quieran estar”, reflexionó Machado. La atención a la salud mental en el diseño urbano es un aspecto fundamental de su trabajo, donde buscan crear ambientes que inviten a la contemplación y la conexión con la naturaleza.
A medida que el mundo enfrenta desafíos ambientales cada vez más urgentes, el trabajo de Natureza Urbana ofrece un ejemplo inspirador de cómo la arquitectura puede desempeñar un papel crucial en la regeneración ecológica. A través de su enfoque centrado en la comunidad y el medio ambiente, Lira y Machado demuestran que es posible construir un futuro más sostenible y equitativo, donde la arquitectura no sea un fin en sí misma, sino un vehículo para el cambio social y ambiental.