Por Agroempresario.com
A medida que la cotización del dólar se mantiene por debajo de los niveles que los productores agropecuarios consideran sostenibles y los precios de la soja continúan en descenso, el debate sobre las retenciones vuelve a tomar protagonismo en la agenda del sector agropecuario. A pesar de que la liquidación de divisas se mantuvo inusualmente alta durante los últimos meses, la expectativa de una mayor apreciación del peso argentino y la baja de las commodities generó nuevamente preocupación entre los productores.
La soja, principal producto de exportación del país, ha experimentado una caída en su precio, que actualmente se encuentra cerca de los USD 370 por tonelada, lejos de los máximos históricos que alcanzó en años anteriores. Este retroceso en los valores internacionales se suma a la tendencia de un dólar real atrasado, una situación que afecta directamente la rentabilidad de los productores. En este contexto, el reclamo por la eliminación de las retenciones se intensifica, ya que los productores consideran que el peso impositivo se vuelve insostenible en un escenario de menor rentabilidad.
El Ministro de Economía, Luis Caputo, se vio involucrado recientemente en un intercambio de opiniones con productores agropecuarios en redes sociales, donde se manifestaron en contra de las retenciones, calificándolas como un "robo" por parte del Estado. Caputo, por su parte, respondió señalando que las retenciones no son el único impuesto a eliminar y que los 10 meses de gestión aún no son suficientes para implementar cambios significativos en este sentido. Sin embargo, este intercambio volvió a poner en evidencia el malestar del campo por la alta presión tributaria.
Según el economista Fausto Spotorno, director de la consultora OJF de Orlando Ferreres, el sistema de retenciones solo resulta "sostenible" en contextos de un tipo de cambio alto o cuando los precios de las commodities son elevados. Ninguna de estas condiciones se está dando en el momento actual, lo que plantea un problema para el gobierno que busca mantener el equilibrio fiscal, pero sin perder la competitividad del sector.
El economista agregó que la recaudación por retenciones podría representar hasta el 1,5% del PIB, lo cual coincide con el costo fiscal que tendría la eliminación del impuesto PAIS, previsto para el próximo año. Sin embargo, la principal preocupación en el sector agropecuario radica en la expectativa de que el tipo de cambio siga su tendencia de apreciación, lo que podría hacer aún más difícil el pago de las retenciones, dado que el dólar real se encuentra cada vez más retrasado.
Por otro lado, las proyecciones de inflación en Argentina también influyen en este escenario. El presidente Javier Milei, en sus declaraciones recientes, adelantó que el Banco Central podría reducir el ritmo de devaluación mensual del peso a tan solo un 1% si la inflación se mantiene baja en los próximos meses. Esto se sumaría a las políticas de "crawling peg", que en el inicio del gobierno fueron vistas como un ancla inflacionaria, pero que ahora, según el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, contribuyen a alimentar las expectativas inflacionarias, generando aún más incertidumbre en los mercados.
La preocupación en el campo argentino se profundiza por la baja en los precios de la soja, el aceite y la harina, cuyos valores están lejos de los picos alcanzados en años anteriores. La combinación de una moneda nacional en apreciación y precios internacionales de las commodities en retroceso presenta un panorama complicado para los productores, quienes, además de las retenciones, enfrentan otros costos impositivos y logísticos que aumentan la presión sobre sus márgenes de ganancia.
En este contexto, el debate sobre las retenciones vuelve a estar en el centro de la escena política y económica, con la posibilidad de que el sector agropecuario intensifique sus reclamos, mientras el Gobierno sigue buscando un equilibrio fiscal en medio de un escenario económico cada vez más desafiante.
La situación actual de la soja, el dólar bajo y las tensiones impositivas reavivan el debate sobre las retenciones en Argentina. Los productores agropecuarios exigen una revisión urgente de la carga tributaria, ya que consideran que, en el contexto actual de bajos precios de las commodities y un tipo de cambio atrasado, este impuesto resulta insostenible. Será clave cómo el gobierno gestione este reclamo en el futuro cercano, en un momento en que las expectativas económicas y el contexto global siguen siendo inciertos.