Por Agroempresario.com
Misiones, la provincia que lidera la producción de mandioca en Argentina, celebró un crecimiento significativo en su zafra de 2024, alcanzando un aumento del 60% en comparación con el año anterior. Según datos del Ministerio del Agro de Misiones, la producción de mandioca este año se acercó a los 100 millones de kilos procesados, con lo que se elaboraron aproximadamente 35 millones de kilos de fécula. Sin embargo, la euforia por el incremento de la producción se ve empañada por las preocupaciones sobre el futuro del sector.
"La mandioca es un insumo vital para producir la popular chipa, que también se nombra como chipá (con acento en la 'a') en Buenos Aires y otras regiones, algo que provoca el enojo de misioneros y paraguayos", comenta el artículo publicado en La Nación. Además, la fécula de mandioca se utiliza en la industria frigorífica y en chacinados, entre otros productos alimenticios.
A pesar de los avances, la sombra de una posible crisis en 2025 ya se vislumbra en el horizonte. El atraso cambiario, producto de la falta de una actualización en el tipo de cambio, ha afectado fuertemente a los productores de mandioca en Misiones. A finales de 2024, el precio de la mandioca se mantuvo en 60 pesos por kilo, un valor similar al de 2023, pero que no ha logrado compensar la inflación acumulada, que superó el 100% durante el año. "El atraso cambiario afectó mucho al sector, el dólar quieto hizo que el precio que se pagó en esta zafra sea de 60 pesos por kilo de mandioca", señaló Marcelo Dziewa, presidente de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Gobernador Roca y titular de la Cámara Empresarial de la Mandioca Misionera, en diálogo con La Nación.
El panorama se agrava con la amenaza de importaciones de fécula de mandioca desde Brasil y Paraguay, cuyos precios más competitivos podrían hacer que las industrias alimenticias argentinas opten por abastecerse en el exterior. Según los industriales, la tendencia podría ser una presión adicional para mantener los precios bajos en el mercado local, afectando aún más la rentabilidad de los productores.
El impacto en los pequeños productores es especialmente significativo. Los colonos de Misiones, que históricamente plantaron mandioca en pequeñas cantidades, han visto cómo la industrialización de este cultivo ha crecido, convirtiéndose en una fuente vital de ingresos. Sin embargo, las fluctuaciones en los precios, causadas por la oferta y la demanda, complican las decisiones de los productores para el ciclo 2025. "El precio es la principal señal para plantar para el pequeño productor y si hay buen precio hoy, todos quieren plantar para el año próximo. Pero como el precio se mueve por oferta y demanda, esto provoca fluctuaciones", explicó Dziewa.
El incremento en la producción de mandioca este año, que tuvo un impacto directo en los ingresos de los colonos, alcanzó un aumento del 70%, lo que benefició a unas 9,000 familias productoras, según Arabela Soler, directora de Economía Agraria. Sin embargo, este incremento no ha sido suficiente para cubrir los costos de producción, especialmente cuando se considera la inflación que ha golpeado fuertemente a la economía local. "Para tener una referencia en 2024 se necesitaron 79 kilos de almidón para pagar el jornal de un peón rural, contra 32 kilos del año pasado", explicó Manfredo Seifert, productor de la zona de Montecarlo, en el artículo de La Nación.
Las expectativas para 2025 no son favorables, ya que la falta de ajuste en los precios internos y la competencia de mercados internacionales podrían comprometer aún más la estabilidad económica de los productores misioneros. Aunque la provincia sigue siendo un referente en la producción de mandioca, la incertidumbre económica y la falta de medidas urgentes podrían desencadenar una crisis en el sector que afectaría a miles de familias productoras.
Con las fábricas de fécula de mandioca de Misiones con capacidad ociosa y la creciente presión de las importaciones, el futuro de la mandioca en la región se enfrenta a un escenario complejo. El sector confía en que el gobierno provincial y nacional implementen políticas que permitan revalorizar la producción local y fortalecer la industria frente a la competencia externa. Sin embargo, el tiempo y las decisiones económicas clave serán determinantes para evitar una crisis en la cadena productiva de la mandioca.