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Por Agroempresario.com
El mercado celebra las oportunidades que empiezan a abrirse para Argentina en materia de exportación de energía. A pesar del optimismo por un mayor ingreso de dólares por esta vía, el impacto en la balanza energética aún no se traduce en una mejora significativa de los precios internacionales. Las tensiones geopolíticas, los conflictos bélicos y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca añaden incertidumbre a un panorama ya de por sí complejo.
El potencial aumento en las exportaciones de petróleo y gas de Argentina podría traer un alivio a las reservas del Banco Central, que siguen siendo negativas en términos netos. La mejora de estas reservas es crucial no solo para la estabilidad económica del país, sino también para la eventual salida del cepo cambiario y el cumplimiento de los vencimientos de deuda en moneda extranjera. Sin embargo, el entusiasmo por el aumento en los volúmenes exportados no ha sido suficiente para impulsar los precios de los commodities, que siguen presionados por factores globales.
El ingreso de dólares, uno de los principales drivers que sigue de cerca el mercado financiero, se ve amenazado por la caída proyectada en los precios de los commodities. Según el Banco Mundial, se espera una baja del 10% en los precios de los commodities entre 2024 y 2026, lo que podría afectar directamente las perspectivas de crecimiento económico para Argentina. En particular, los precios de los alimentos caerían un 9% este año y un 4% en 2025, mientras que los precios del petróleo se mantendrán presionados por el exceso de stock y las políticas de producción internacionales.
En este contexto, la reelección de Trump como presidente de Estados Unidos podría tener un impacto negativo en las materias primas. La vuelta del republicano a la Casa Blanca podría fortalecer al dólar a nivel global, lo que afectaría aún más los precios internacionales de los commodities. Las políticas proteccionistas y los posibles conflictos comerciales con China y Europa también generarían un ambiente de menor demanda global de energía y productos agrícolas.
Adcap, el equipo de investigación de la firma de inversiones, mantiene una proyección bajista para el precio del petróleo, estimando que se ubicará en torno a los u$s 75 por barril durante los próximos tres años. A esto se suma la debilidad de la demanda energética en China y la decisión de la OPEP+ de posponer el aumento de producción de petróleo previsto para diciembre, lo que podría seguir presionando los precios a la baja.
Por su parte, Tomás Pallotti, analista de research en Balanz, destaca que la fortaleza del dólar global también ha afectado los precios de los granos, con pocas perspectivas de una reversión a corto o mediano plazo. La mejora en la demanda de estos productos dependerá de factores como la política de tasas de interés y la evolución de la situación económica en China, que estará fuertemente influenciada por las políticas comerciales que implemente Trump durante su mandato.
En resumen, aunque Argentina podría ver un aumento en la exportación de energía y un ingreso de dólares por esta vía, los precios de los commodities y las políticas internacionales, particularmente las de Trump, siguen siendo factores de riesgo que podrían frenar el optimismo del mercado.
