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Por Agroempresario.com
El Gobierno argentino planea implementar un cambio clave para los viajeros internacionales: a partir de enero próximo, desaparecerá el impuesto PAIS, un gravamen del 30% que encarece actualmente el dólar tarjeta, utilizado para pagos en el exterior. Esta medida no solo busca aliviar el bolsillo de los turistas en plena temporada de vacaciones, sino también ajustar la estrategia cambiaria en un escenario de "veranito financiero".
El dólar tarjeta se calcula sumando el dólar oficial (hoy $1023) más un 30% del impuesto PAIS y un 30% de percepción a cuenta de Ganancias, que suele devolverse de forma licuada al año siguiente. En la actualidad, esta cotización alcanza los $1636, siendo la más cara del mercado. Sin embargo, tras la eliminación del impuesto PAIS, su valor caería a aproximadamente $1300.
Aunque la eliminación del impuesto PAIS representa un alivio, la cotización del dólar tarjeta seguiría siendo más alta que las opciones financieras como el MEP ($1075) o el dólar blue ($1135). Esta diferencia fomenta que los viajeros compren dólares en el mercado paralelo o en plataformas formales, sin afectar las reservas del Banco Central.
El Gobierno busca mantener esta brecha para evitar que los consumidores opten por pagar sus gastos en el exterior con tarjeta, lo que absorbería divisas de las reservas internacionales. De hecho, la política cambiaria apunta a reducir la brecha entre el dólar oficial mayorista ($1003) y el contado con liquidación (CCL, $1104), que actualmente es del 10%.
El "veranito financiero", impulsado por la intervención del Banco Central en el mercado de dólares financieros, el blanqueo de capitales y noticias positivas en el ámbito económico, ha permitido que el blue, el MEP y el CCL acumulen caídas del 30% en los últimos cuatro meses. Esto da margen al Ministerio de Economía para rediseñar su estrategia cambiaria.
Para los turistas, la reducción del dólar tarjeta será significativa, pero aún mantendrá cierta ventaja usar dólares adquiridos en el MEP o en el mercado paralelo. No obstante, el Gobierno confía en que la nueva cotización atraerá a algunos usuarios al sistema formal, siempre que la diferencia con otros tipos de cambio sea razonable.
Con esta medida, el Ejecutivo pretende enviar señales claras al mercado: no habrá devaluaciones drásticas en el corto plazo. El ministro de Economía, Luis Caputo, proyecta un dólar convergente cercano a los $1110, lo que alinearía las distintas cotizaciones y fortalecería la percepción de estabilidad económica en un año clave para el país.
El turismo, las reservas y la competitividad cambiaria serán los pilares a observar en esta nueva etapa de la política económica argentina.
