Agricultura familiar

Agricultura familiar

La agricultura familiar tiene el potencial necesario para aumentar la oferta de alimentos en el mundo, mejorando las condiciones de vida en el campo, fortaleciendo sus valores, conservando los recursos naturales y garantizando la biodiversidad. Argentina posee una gran heterogeneidad de formas de vida y producción: más del 65% de los productores son agricultores familiares, casi 250 mil en todo el territorio. Generan el 20% del producto bruto agropecuario en pequeñas escalas de trabajo y dinamizan las economías regionales.

La diversidad productiva de las familias agricultoras es inmensa: ganado vacuno, caprino, ovino y camélido, gran variedad de hortalizas y frutas, vid, nueces, maíz, viveros, flores, apicultura, pesca, acuicultura, algodón, yerba, entre las principales. Se complementan con la combinación de producciones más extensivas en pequeña escala: tambos, cerdos, aves, cereales y oleaginosas. Dulces, textiles artesanales, vinos, lácteos, conservas y chacinados son algunos de los productos con agregado de valor generados por las familias agricultoras argentinas.

Mediante políticas de arraigo y herramientas específicas se promueve el desarrollo de la agricultura familiar en todo el territorio nacional. El mejoramiento de su comercialización y organización consolidan su fortalecimiento.

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