En distintas regiones del territorio argentino, la diversidad de climas y geografía y los productos de primera calidad permiten al país ofrecer una variedad de alimentos gourmet de excelencia reconocida.
En la Patagonia han proliferado tradicionales criaderos de truchas, centollas, jabalíes y ciervos, cuyas carnes son ahumadas, marinadas o transformadas en patés, aprovechando los hongos regionales y hierbas aromáticas.
En el noroeste del país, abundan los criaderos de ranas, yacarés y ñandúes, cuyas carnes se ofrecen congeladas, escabechadas o abobadas. La llanura pampeana posee destacada cría de conejos, liebres, faisanes y pavitas que, tratados con los más exigentes estándares de calidad, reflejan el salvaje sabor de la naturaleza.
La producción de estas carnes acompaña la de otras delicias gourmet, entre las que se destacan: licores; aceitunas y encurtidos; aceites y vinagres en variedades, también ahumados; condimentos y salsas, entre las que se destacan las ahumadas, artesanales, criolla y chimichurri; quesos especiales, duros con especias, semiduros con hierbas, de cabra y oveja con hongos y especias, y mozzarella de búfala.