A partir de la leche de burra, un tambo cordobés elabora un producto diferenciado para niños con alergias

Se destina principalmente a niños con Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV). Sus características y cualidades hacen de la misma un producto similar a la leche materna

A partir de la leche de burra, un tambo cordobés elabora un producto diferenciado para niños con alergias
lunes 25 de noviembre de 2024

Antes de ingresar de lleno al sistema de producción de este tambo, es bueno comprender previamente cuál es su objetivo, qué características y cualidades se obtiene a partir de esta materia prima particular que allí se produce. Para ello, nos remitimos al resumen de un reporte donde los profesionales Luis Losinno (*) y Melina Pietrani (**), argumentan sobre las propiedades de este alimento natural funcional.

La leche de burra es una alternativa para niños con Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV). Se trata de una de las alergias alimentarias más frecuentes en la infancia, que afecta entre el 2% al 7% de los niños hasta los 2 años.

“Esta alergia provoca una respuesta inmune anormal al consumir determinadas proteínas (fundamentalmente caseínas, de las que hay muchos tipos) presentes en la leche de vaca, lo que puede llevar a síntomas clínicos como erupciones cutáneas, problemas gastrointestinales, alteraciones en el crecimiento y, en casos graves, anafilaxis”, detallan; por lo que encontrar alternativas adecuadas, seguras y naturales es esencial para garantizar el bienestar y el desarrollo de los niños afectados, como así también su entorno familiar.

Es por ello que el trabajo elaborado por Losinno y Pietrani, resumiendo los principales estudios disponibles sobres las características y cualidades de la leche de burra, destaca la composición proteica y nutricional de esta materia prima.

“Las guías DRACMA (Diagnosis and Rationale for Action against Cow’s Milk Allergy) han reconocido la leche de burra como una alternativa potencialmente segura para los niños con APLV, remarcando que debe ser adicionada de materias grasas, por ejemplo, aceites vegetales como el de canola u oliva (1%), para alcanzar el contenido necesario para la alimentación de niños menores de un año”.

Como consecuencia de esta evidencia, subrayan que en ciertos países (especialmente europeos) ya existen medidas especificas para indicar a niños con diagnóstico confirmado de APLV el consumo de leche de burra como principal fuente de nutrientes, en el marco de una política pública focalizada en la salud en los niños menores de tres años, como es el caso paradigmático de Italia.

“Allí existen sistemas bajo gestión privada de producción en estaciones agroganaderas de algunos estados provinciales (ej. la Toscana- programa FILAMI1) que proveen leche de burra directamente a los hospitales, bajo el marco de programas de salud pública, validados por el estado”.

Además, describen los autores, “esta leche es rica en diversas proteínas protectoras (α-lactalbúmina, lisozima, lactoferrina, lactoperoxidasa e inmunoglobulinas) y presenta una fuerte actividad antioxidante, antibacteriana, antiviral, antifúngica, hipoglucémica, antiparasitaria y antitumoral. Es considera un alimento funcional para niños y adultos. Por ejemplo, en Serbia y China, se utiliza como nutracéutico para adultos mayores, al mismo tiempo que se están desarrollando ensayos clínicos en hospitales públicos en poblaciones adultas con alergias respiratorias”, subrayan.

EQUSLAC, la Startup que nació con 5 burras y ahora es cabeza de un ecosistema productivo
Dedicada a la producción de leche de burra, Equslac es una firma que hoy tiene base de producción en Tío Pujio, provincia de Córdoba. “El proyecto se inició en la Universidad Nacional de Río Cuarto por el 2017, tras regresar de un viaje de China dos años antes; donde puede apreciar las cualidades de esta leche, la cual tiene una capacidad enorme antioxidante y antibacteriana y es mucho más lactosa que la leche de vaca; y de todas las leches, es la más parecida a la materna, en un 98%”, explica el Med. Vet (Phd) Luis Losinno, quien es co-director de la empresa y que actualmente poseen la planta industrial del IMITAB-CONICET en el campus de la Universidad Nacional de Villa María para llevar a cabo la producción final de esta leche.

Losinno comenta también que uno de los principales usos de la leche de burra en el mundo es para la cosmética humana, debido a sus propiedades específicas y antioxidantes.

El proceso de extracción de la leche, con foco en el bienestar animal
El veterinario comenta que las burritas pastorean temprano a campo y luego ingresan por la mañana al ordeño. “Hay que resaltar que es poco menos de un minuto por burra el proceso de ordeño, porque no llega a 1 litro lo que se puede obtener de cada animal. Entran por un corral, de manera voluntaria generalmente y se introducen luego en una fosa muy parecida a la del modelo bovino, pero adaptado para burras. Es toda una estructura hecha desde cero para ellas.”, destaca Losinno.

El proyecto que inició con 5 ejemplares, hoy ya posee un número considerable que permite escalar y producir 300 litros diarios para consumo humano, principalmente para aquellos niños que nacen con APLV (Alergia a la Proteína de Leche de Vaca).

El profesional pone énfasis también en el bienestar de los animales, ya que se trata de un modelo productivo agropastoril, sin agroquímicos, sin estrés (porque se las ordeña una sola vez por día, a pesar de que podrían ordeñarse más de una vez), y dejan que los burritos mamen de sus madres libremente a campo el resto del tiempo.

La composición nutricional de la leche de burra
Proteínas: La leche de burra contiene significativamente menos caseínas que la leche de vaca, siendo esta una de las principales proteínas responsables de las reacciones alérgicas. Además, las proteínas presentes en la leche de burra, como la beta-lactoglobulina, son menos alergénicas.
Grasas: Contiene una menor cantidad de grasa (menos de 1%) , pero con un alto contenido de ácidos grasos esenciales como omega-3 y omega-6, que son beneficiosos para el desarrollo infantil.
Vitaminas y Minerales: Rica en vitaminas A, D, E y en minerales como el calcio y el magnesio, esenciales para el crecimiento y desarrollo óseo en los niños.

Características de la leche de burra
Baja Alergenicidad: La leche de burra contiene menos caseína y otras proteínas que suelen causar reacciones alérgicas en los niños con alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV). Esto la hace una alternativa segura para la mayoría de los niños con esta condición.
Fácil Digestión: Gracias a su composición proteica y su similitud con la leche materna humana, la leche de burra es más fácil de digerir, lo que reduce el riesgo de problemas gastrointestinales como cólicos y diarrea.
Perfil Nutricional Completo: La leche de burra es rica en nutrientes esenciales como vitaminas (A, D, E), minerales (calcio, magnesio), y ácidos grasos esenciales (omega-3 y omega-6), apoyando el crecimiento y desarrollo saludable de los niños además de un alto contenido de lactosa semejante al de la leche humana y mayor al de la leche de rumiantes.
Similitud con la Leche Materna: Es la leche animal más parecida a la leche materna humana, lo que la convierte en una excelente opción para complementar la dieta infantil, especialmente en niños que no pueden consumir leche de vaca.
Propiedades Antiinflamatorias e Inmunológicas: Algunos estudios recientes sugieren que la leche de burra puede tener propiedades antiinflamatorias y ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, contribuyendo al bienestar general del niño.

Estudios clínicos en humanos
El informe elaborado por Losinno y Pietrani señala también que, a lo largo de los últimos años, numerosos estudios clínicos han evaluado la seguridad y la eficacia de la leche de burra como una alternativa en la dieta de bebés y niños con APLV, demostrando que un alto porcentaje de niños alérgicos a la leche de vaca pueden tolerar adecuadamente la leche de burra sin manifestar síntomas adversos. Además, los ensayos han profundizado en los beneficios nutricionales de este alimento, destacando su potencial para satisfacer las necesidades dietéticas de los lactantes sin comprometer su crecimiento y desarrollo.

Resultados relevantes
Los estudios analizados por ambos veterinarios expresan que entre el 82% y el 100% de los niños con APLV pudieron consumir leche de burra sin presentar reacciones alérgicas significativas. La composición proteica de la leche de burra, que difiere de la leche de vaca, reduce la posibilidad de reacciones cruzadas.

Además, destacan que la composición nutricional de esta leche es baja en grasa, rica en lactosa y tiene un perfil proteico y mineral más cercano a la leche humana que a la de vaca. Su bajo contenido en grasa y proteínas la hace adecuada para ser complementada en la dieta infantil con aceites vegetales para alcanzar los niveles calóricos adecuados.

También se destaca por tener propiedades funcionales y bioactivas, que mejoran las respuestas inmunológicas de los niños y personas mayores, y que, desde el punto de vista pediátrico aportan al crecimiento y desarrollo adecuado en niños.

Si bien los estudios muestran resultados positivos, el artículo subraya la necesidad de pruebas de tolerabilidad individuales y el control médico antes de incorporar la leche de burra como alternativa en la dieta de niños con APLV.

(*) Luis Losinno MV,PhD / Universidad Nacional de Rio Cuarto y Equslac
(**) Melina Pietrani, MV,MSc / Universidad Nacional de Villa María y Equslac

TodoAgro

 



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