Por Agroempresario.com
En el marco de una caída histórica en el stock ganadero de los Estados Unidos y un mercado de carne vacuna cada vez más atractivo, está surgiendo una nueva tendencia en el sector: el Beef on Dairy. Este fenómeno consiste en utilizar toros de razas cárnicas para inseminar vacas lecheras, lo que permite a los tamberos vender los terneros para carne, obteniendo ingresos adicionales por esta vía.
Mónica Ganley, directora del Consejo de Exportación de Lácteos de Estados Unidos (Usdec), destacó que la adopción de esta estrategia se encuentra en pleno auge. Según datos de 2023, el 84% del semen de toros de razas cárnicas fue utilizado para inseminar vacas lecheras, marcando un hito histórico en la industria. Este porcentaje refleja una expansión global de esta práctica, que también ha comenzado a extenderse fuera de EE.UU., aunque Ganley advirtió sobre la posible escasez futura de vaquillonas lecheras como consecuencia de esta tendencia.
Durante el evento “Hablemos del futuro”, organizado por Pro Club Leche en Argentina, Ganley explicó que los productores de leche están cambiando su enfoque, comenzando a utilizar toros cárnicos para sus crías. Esto ha generado una oportunidad de ingresos mucho más altos para los tamberos, quienes ahora pueden vender los terneros por precios que oscilan entre los 800 y 1000 dólares, un monto significativamente mayor que el que podrían obtener si los criaran exclusivamente para la producción de leche.
Sin embargo, la especialista advirtió que este cambio en las prácticas de inseminación podría generar un déficit de vaquillonas lecheras en el futuro cercano. Esta estrategia se da en un contexto donde el mercado de carne en EE.UU. se encuentra en niveles de precios elevados debido a la caída en el número de animales destinados a la producción cárnica. Según el Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA), se prevé que la producción de carne disminuirá un 4% en 2025 debido a la escasez de ganado.
Ganley subrayó que este modelo representa un cambio en la mentalidad de los tamberos, quienes ahora cuentan con una fuente adicional de ingresos sin dejar de producir leche. "Es un cambio en la forma de pensar de los productores, ya que ahora tienen una doble fuente de ingresos: siguen produciendo leche y, al mismo tiempo, venden los terneros", afirmó.
Aunque la situación económica de los tamberos ha mejorado con márgenes positivos en comparación con el año pasado, Ganley alertó que los márgenes podrían comenzar a reducirse a medida que los precios de la leche disminuyan. A pesar de que los costos de producción se mantienen relativamente estables, los productores deben estar preparados para posibles desafíos económicos en los próximos meses.
En términos concretos, los precios de la leche han superado el costo de alimentación, mejorando la situación respecto a años anteriores. Sin embargo, en 2022 la industria enfrentó márgenes críticos, lo que llevó a muchos productores a enviar sus vacas a los frigoríficos, acelerando la caída del stock lechero. Esta situación, combinada con la creciente popularidad del Beef on Dairy, augura que la reposición de vaquillonas será lenta y difícil.
“La situación está cambiando la forma en que los tamberos miran su negocio. No están dejando de producir leche, sino que están aprovechando una nueva fuente de ingresos al destinar los terneros a la producción de carne”, concluyó Ganley.
Esta tendencia, que combina la producción lechera con la ganadería cárnica, podría redefinir el futuro de la actividad tambera en Estados Unidos y, potencialmente, en otros mercados globales.