La aplicación de bioinsumos en el ámbito rural misionero no sólo preserva la salud de los productores y del suelo, sino que también permite hacer frente al desastre generado por el cambio climático.
Casi un mes atrás, el 29 de octubre, una granizada afectó a gran parte de la zona rural de Andresito, específicamente en el Paraje Cabureídonde se registraron importantes daños en el cultivo de tabaco que estaba en un estado avanzado, próximo a la cosecha.
Atento a esto, el Gobierno provincial desplegó un inmediato mecanismo de asistencia para asistir a los productores afectados.
En ese momento, el ministro del Agro provincial, Facundo López Sartori, señaló que la asistencia consistía en la distribución de “insumos como semillas de maíz, plásticos y distintas alternativas que nos presentan los mismos productores en base la demanda de la catástrofe”.
Con el objetivo fundamental de recuperar el estado de los cultivos se realizó una entrega de bioinsumos y una jornada de capacitación a los productores locales para la palicación de estos prodiuctos biotecnológico. Los productores trabajaron en la aplicación de los productos Biofert y Bioinsect.
Biofert es un fertilizante complejo líquido orgánico, que puede aplicarse desde el momento de la siembra hasta la cosecha, y actúa aportando macro y micronutrientes, posee acción bioestimulante y está diseñado para ayudar a soportar situaciones de estrés.
Bioinsect, por su parte, es un insecticida y acaricida natural de contacto que es biodegradabl no deja residuos ni genera resistencia. Se lo recomienda para controlar totalmente insectos y ácaros como trips, pulgones, orugas, arañuelas, cochinillas, isocas, mosca blanca y psílidos, entre otros.
A través de un video presentado recientemente, se puede observar el nivel de afectación sufrida por las plantaciones tras el temporal. Y, luego de la aplicación de los bioinsumos, ese mismo tabaco recuperado casi en su totalidad y listo para la cosecha. La comparación demuestra los resultados que se pueden obtener con el uso de esta tecnología sustentable en las chacras.
En Misiones, como en el resto de las provincias del Norte Argentino, el cultivo del tabaco crece como una pieza clave para la economía regional. Es altamente rentable en regiones donde otras producciones no prosperan. Y en un contexto donde el mundo avanza hacia las prácticas sustentables y sostenibles, se adapta y evoluciona. Así, desde que la provincia asumió el compromiso de sostenibilidad con la Ley de Bioinsumos, cada vez son más los productores que incorporan las herramientas biotecnológicas en sus chacras.
La búsqueda de valor agregado con la producción agroecológica consolida a los bioinsumos como un pilar fundamental para los sistemas productivos locales.
Con ello, el modelo agrícola de Misiones se diferencia de los latifudios y monocultivos predominantes en otras regiones del país. La diversificación en la tierra colorada permite sostener una amplia red de ferias francas que ofrecen productos de calidad a precios económicos, mientras promueven la soberanía alimentaria en la región.
El uso de bioinsumos trae consigo una serie de beneficios: promueven un mejor desarrollo de las plantas, aumentan su resistencia a estreses bióticos y abióticos. Y, lo más importante, permiten reducir significativamente la dependencia de fertilizantes químicos.
Esta reducción no solo beneficia al ambiente, al disminuir la contaminación del suelo y del agua, sino que también alivia los costos de producción para los agricultores. Además, al mejorar la cobertura del suelo, estos insumos contribuyen a la sostenibilidad a largo plazo del ecosistema agrícola.